Las fuertes lluvias que se están presentando en diferentes zonas del país pueden generar una serie de enfermedades en los hatos que ponen en riesgo la salud de los animales y sus indicadores productivos. Con el exceso de lluvias se crean encharcamientos de los suelos y esto no solo conlleva a la pérdida de los suelos y forrajes, sino a que se generen un sinnúmero de enfermedades. (Lea: Enfermedades que pueden aparecer en épocas de invierno) La incidencia de los cambios climáticos César Gómez Velásquez, médico veterinario, magíster en Ciencias Veterinarias y especialista en Gerencia de Empresas Agropecuarias, explicó que cuando se presentan veranos muy prolongados como el que se acabó de vivir, los microorganismos que están naturalmente en el suelo, sufren un 'estrés medioambiental', algunos se mueren, pero otros se adaptan genéticamente y empiezan a ser resistentes a los cambios climáticos. Indicó que cuando empieza a llover estos microorganismos se vuelven altamente virulentos o agresivos y afectan gravemente a los animales. "Al empezar las olas de invierno y cuando cambia la temperatura, los microorganismos empiezan a esporular como es el caso de los Clostridium, generando un desafío bacteriano a los animales, en este caso a los bovinos", aseveró. (Lea: Invierno causa estragos en ganaderías colombianas) Enfermedades asociadas a la época invernal Agustín Góngora, investigador y docente titular del área de reproducción y enfermedades bovinas de la Universidad de los Llanos, dijo a CONtexto ganadero que además de las enfermedades podales y la mastitis, hay otros malestares que pueden presentarse en los predios ante los excesos de lluvia. Indicó que una de ella es la leptospirosis, una enfermedad bacteriana, que afecta a diferentes especies e incluso a los humanos. Su aparición está asociada con la llegada del fenómeno de La Niña, las inundaciones y las basuras. "En bovinos, esta enfermedad produce abortos, muerte embrionaria y puede afectar la feritilidad. Es importante que los productores permanezcan pendientes de los animales y realicen los diagnósticos y evaluaciones como la de aglutinaciones microscópicas", afirmó. (Lea: 9 enfermedades respiratorias que afectan al ganado bovino) En cuanto a las clostridiosis, el investigador dijo que son enfermedades parasitarias que aparecen en épocas de humedad y que pueden producir la muerte, especialmente en terneros. Detalló que el malestar produce diarrea, en algunos casos con sangre, y sostuvo que si no se tratan a tiempo, tienen un alto porcentaje de mortalidad. Por otra parte, la fasciola hepática es una enfermedad que altera el ganado bovino y se transmite por medio de caracoles sobrevivientes en zonas húmedas. (Lea: Con el invierno llegan las lluvias, pero también parásitos e insectos) El caracol es el enemigo del ganado bovino en esta época del año por el exceso de agua que forma charcos o pozos, sitios donde habita el animal que desencadena en la fasciola, enfermedad que pone en riesgo la productividad del hato al alterar el hígado de los rumiantes. Por su parte, Francisco Peña, PhD en ganadería de leche, aseguró que las precipitaciones constantes facilitan la aparición de parásitos gastrointestinales, siendo las explotaciones de clima cálido las más sensibles a esta clase de males. Agregó que en esas regiones es usual encontrar brotes de coccidia, el equivalente a las amebas que sufren los seres humanos. Esa enfermedad causa una diarrea severa que de no tratarse a tiempo puede llegar a ser mortal, especialmente en los terneros, razón por la que requiere se le preste especial atención. (Lea: Estas son las enfermedades de los pastos que existen en Colombia) “En clima frío aumentan los problemas de fasciola, que es un parásito del hígado el cual proviene de un caracol. A eso se le suma la presencia de gusanos, las tenias y las moscas que con la lluvia encuentran un ambiente favorable para crecer y multiplicarse”, argumentó el experto. Los académicos recomendaron la visita de un médico veterinario que ayude a tomar las medidas pertinentes para mitigar la presencia de los parásitos e insectos, así como contrarrestar la posibilidad de enfermedades que pongan en riesgo a los semovientes.