Esta es una condición que es muy prevalente, además es una enfermedad costosa dentro de la ganadería bovina, especialmente el ganado lechero. Conozca estas recomendaciones y evite inconvenientes en su hato.

Nelson Vanegas Castañeda, consultor técnico de Ourofino para el Eje Cafetero, indicó que la principal razón por la que se presentan afecciones podales se debe a que la producción de leche en el mundo ha sufrido un incremento en cuanto a la técnica, genética y alimentación, buscando que las vacas se vuelvan verdaderas máquinas de producción. Eso lleva a que los animales se estresen más y se enfermen con mayor facilidad, y aparezca este inconveniente. (Lea: 5 aspectos que usted puede que desconozca de las cojeras)

El origen de estas enfermedades pueden ser de tipo infeccioso, es decir, que es causado por bacterias, lo cual ocasiona cierto tipo de lesiones como la dermatitis digital o interdigital. También hay unas patologías no infecciosas las cuales se deben a que hay problemas en la alimentación, lo cual hace que el casco no se forme bien; otra opción es que haya caminos malos en la finca, donde el animal se golpea la pezuña, lo que genera un daño mecánico en su interior, conllevando a que se afecte la circulación y desencadenando la cojera como tal.

Para Vanegas, se deben tener en cuenta cuáles son los factores que predisponen a que se presenten esa infección o esa afección podal. Entre esos está el manejo nutricional de la finca, ya que si hay desbalances nutricionales –por ejemplo por exceso de concentrado– es posible que se presente una acidosis ruminal que termina generando problemas de cojeras.

Otro elemento que influye es la instalación. El experto recomendó revisar el tipo de piso que hay en los corrales así como en los caminos, ya que si están en mal estado o muy abrasivos, van a dañar el casco del animal. Incluso la humedad o si la materia fecal no se recoge constantemente, son elementos que conllevan a que el casco de cierta manera pierda su consistencia y dar la entrada a una que otra enfermedad infecciosa. (Lea: Estas son algunas de las causas de las cojeras en bovinos)

“La edad de los animales también es un factor que influye a la hora de las afecciones podales. A mayor edad, más posibilidades de presentar cojeras. A eso se le suma el desconocimiento de la enfermedad, como no se hace una identificación temprana, no hay un tratamiento correcto de las mismas y solo se interviene cuando el problema está muy avanzado”, lamentó.

Prevención

Para prevenir la afecciones podales, el ganadero debe conocer las causas que llevan a que se presenten estos eventos en los animales y cómo ocurren, para de esta manera disminuir las pérdidas en la producción.

Para el consultor de Ourofino es importante que el productor conozca la prevalencia de la enfermedad dentro del hato y se tome el tiempo para mirar cada una de las vacas, revisar sus desplazamientos en zonas regulares o irregulares para determinar si está coja o no. Muchas veces el ganadero o administrador no le presta suficiente atención a este tipo de situaciones y por lo general tiene animales cojos sin que los detecte a tiempo. (Lea: ¿Sabe cuánto le cuestan las cojeras a su ganadería?)

Dentro de sus recomendaciones, Vanegas sugirió incluir dentro de la finca lo que se conoce como la corrección podal, es decir, hacer un arreglo correctivo y sistemático de los cascos de los animales. De esta manera se evita que se presenten cojeras. Otra acción que se debe implementar son los pediluvios a intervalos irregulares, para mantener unas cargas bacterianas bajas y de esta manera impedir la transmisión de enfermedades podales. Este procedimiento se puede hacer con una solución de formalina al 5 % o sulfato de cobre al 10 %.

“Algo que es muy importante es llevar registros. Es decir, el ganadero debe apuntar cuando hace tratamientos correctivos así como cuando realiza los pediluvios; además, debe saber cuáles son las vacas que fueron tratadas, el cuarto que fue intervenido y hacer una evaluación de los resultados, analizar la información e implementar las correcciones que sean necesarias para mejorar ese protocolo de tratamiento”, explicó.

Afecciones podales y su relación con el bienestar

Lo primero que se compromete en el ganado cuando hay una cojera es por supuesto su bienestar. Es decir, es un animal con mucho dolor, que al estar presentando ese inconveniente, lo que sigue es un impacto económico negativo sobre el sistema de producción. (Lea: ¿Cómo prevenir las cojeras?)

Si el bovino no es capaz de desplazarse, obviamente va a caer el consumo de materia seca. Al disminuir su ingesta de alimento, su condición corporal no va a ser la misma. Obviamente va a bajar la producción de leche y a futuro se compromete incluso la fertilidad de las hembras, ya que su desempeño hormonal no va a ser el indicado, ocasionando que se presenten muchos más días abiertos en el hato y al final del ejercicio mayores intervalos entre partos.

“Si tengo cojeras, se me va a presentar un problema muy serio y es tener que descartar de manera prematura los animales, y si la situación no se maneja correctamente, puede haber hasta mortalidad. Por lo tanto, el perjuicio económico se evidencia es por las consecuencias de la patología, más que el mismo tratamiento”, amplió.

Tratamientos

Si ya hay presencia de una afección podal, el objetivo es garantizar el confort del animal que apunta a reducir el dolor y determinar el tipo de cojera: infecciosa o no. Una vez revisado el ejemplar, el casco y demás, se toman las medidas para tratarlo. (Lea: Esta es la cantidad de leche que usted pierde debido a las cojeras)

En caso de que necesite una corrección podal, es un proceso que debe hacer una persona capacitada, porque en caso de ejecutarse mal, puede causarse una lesión mayor y complicar el cuadro.

“Para controlar el dolor y reducir el edema dentro del casco, se puede usar un antiflamatorio como Meloxifin al 2 %. Además, se puede aplicar un antibiótico como Lactofur que es un ceftiofur al 10 % para controlar la infección y favorecer la epitelización del casco como tal”, sugirió.

Adicionalmente, se debe mantener al animal en un lugar seco y limpio para garantizar su curación como tal. (Lea: ¿Cómo determinar cuándo una vaca está sufriendo de cojera y qué tan grave es?)