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La ganadería, como cualquier otra empresa, tiene sus riesgos y desafíos. Jhon Carrillo, un ganadero colombiano con más de 150 mil seguidores en Instagram y ubicado en Ricaurte, Cundinamarca, ha destacado en uno de sus recientes videos un error común que cometen muchos al iniciarse en este sector: invertir todo el capital disponible de una sola vez. A continuación, desglosamos su consejo y los peligros de esta práctica.
Empezar un negocio en la ganadería puede ser emocionante y lleno de expectativas. Sin embargo, es crucial manejar las finanzas con prudencia para evitar problemas a largo plazo. La inversión inicial debe ser bien pensada, no solo para garantizar la sostenibilidad del negocio, sino también para adaptarse a los cambios y retos que puedan surgir.
La emoción del inicio y el peligro de invertir todo
Carrillo menciona que uno de los errores más comunes es dejarse llevar por la emoción de comenzar un negocio y decidir invertir todo el capital de una sola vez. Esta práctica puede ser desastrosa, especialmente en un sector tan fluctuante como la ganadería. El afán por hacer crecer el negocio rápidamente puede llevar a decisiones impulsivas que no siempre son las más acertadas.
Para ilustrar su punto, Carrillo compara la ganadería con la apertura de un restaurante. En lugar de abrir un restaurante grande desde el inicio, sugiere empezar cocinando en casa y vendiendo para evaluar la demanda y el funcionamiento del negocio. Esta estrategia permite obtener una visión realista y ajustada de los retos y oportunidades sin arriesgar todo el capital.
La importancia de probar con pequeños montos
El consejo de Carrillo es claro: en lugar de invertir todo el dinero en la compra de 20 vacas, es mejor comenzar con una o dos. Esta práctica permite a los nuevos ganaderos entender mejor el funcionamiento del negocio, los costos asociados y los ingresos potenciales. Al hacer pruebas con pequeñas inversiones, se minimizan los riesgos y se tiene la oportunidad de aprender y ajustar las estrategias antes de comprometer más capital.
Al empezar con inversiones más pequeñas, los ganaderos pueden adaptarse más fácilmente a los cambios del mercado y a las condiciones climáticas que afectan la producción. La flexibilidad es clave en cualquier negocio, y la ganadería no es la excepción.
Flujo de caja y gastos posteriores
Otro aspecto crucial es la necesidad de mantener un flujo de caja adecuado. Si se invierte todo el dinero desde el principio, no se dejarán reservas para cubrir los gastos operativos y contingencias que inevitablemente surgirán. La falta de flujo de caja puede poner en peligro la continuidad del negocio, incluso si las operaciones iniciales son exitosas.
Es esencial planificar financieramente y reservar una parte del capital para gastos futuros como alimentación, atención veterinaria, mejoras en las instalaciones y otros costos operativos. La planificación financiera cuidadosa asegura que el negocio pueda sostenerse y crecer de manera saludable.