Wilson García, ganadero del Guáimaro reporta que ha perdido al menos 40 millones de pesos en los últimos meses por las inundaciones en su finca.
Wilson San Juan García, propietario de una finca de cerca de 65 hectáreas, en Guaimáro, Magdalena dice que en esta zona del departamento están agobiados por el inclemente clima que ha inundado las fincas y ha perjudicado las producciones tanto ganaderas como agrícolas.
Según cuenta Wilson,ha tenido perdidas millonarias en su finca a raíz de la ola invernal que ha producido el desbordamiento del río Magdalena. “Hemos sufrido bastante con el asunto del invierno, los animales se nos han muerto, no tenemos comida, no tenemos cercas, todo el agua se lo ha llevado” dice.
Con las inundaciones, los pastos quedaron inservibles para alimentar al ganado, la mayoría quedaron podridos, lo que ha obligado a los ganaderos de la zona a alimentar los animales con silo. “Útimamente estamos alimentando al ganado con silo comprado”. Un incremento en los costos de mantenimiento del ganado que ha perjudicado sus bolsillos.
Cada bulto de silo, según cuenta Wilson, lo compra a 12 mil pesos, sin contar el gasto del transporte hasta la finca. Mensualmente hace una compra de aproximadamente 100 bultos. Es decir, que cada mes está gastando en la alimentación de su ganado aproximadamente 1.200.000 pesos, que no tendría que gastar si pudiera alimentar a su ganado con pasturas.
De los 200 animales que tenía, ya solo le quedan 95 cabezas de ganado, “se me han muerto en los últimos meses 7 vacas. Tenía vaquitas de leche, las compré a 6 millones y se me están muriendo. Eran el sustento del administrador, pero tocó dejar de ordeñar porque no hay comida, el ganado se está muriendo. Desde hace cuatro o 5 meses, el ganado se está muriendo porque queda pegado en el barro” dice.
Las perdidas en la finca de Wilson en los últimos meses ascienden a los 40 millones de pesos, sin contar todos los gastos, y los arreglos que debe hacerle a su finca porque el agua acabó con las cercas “estamos sin cerca, remendando los linderos”.
La situación que enfrentan se ha ido agravando con el paso del tiempo, “yo tengo 6 años de estar acá. El rio hace unos años atrás subía, pero no nos hacia daño, ahora vemos como desde hace dos años el agua está que nos saca”. Asegura que nunca había visto esta situación, "yo mantenía 190 animales pero ahorita tengo 90 animales y estoy comprándoles silo para que no se mueran”.
Wilmer, cuenta que su hermano, vive la misma situación en su finca, el agua lo sacó de su casa porque la inundación no le permitía estar ahí. Tenía 200 animales de los cuales ya no le queda ninguno ya que la mayoría los ha vendido o se han muerto.
El desbordamiento del río Magdalena sigue perjudicando a los ganaderos, quienes esperan que el problema pueda ser resuelto con ayuda del gobierno.“Nosotros estamos esperando que la situación de La Mojana mejore, dicen que donde está el boquete de La Mojana se desbordó y eso es lo que nos tiene afectados”.