Este suplemento proveniente de la producción de azúcar es un gran aliado para los ganaderos, quienes se lo suministran a sus semovientes para que recuperen energías tras extenuantes jornadas de trabajo. Muchos productores no solo usan el ganado para extraer de allí carne y leche, también apelan a su fuerza para que adelanten algunas tareas que la mano del hombre no puede realizar sin una máquina de gran envergadura. (Lea: Criterios importantes a la hora de elegir subproductos para el ganado) Luego de que el macho aporte toda su fortaleza física y cumpla con la labor designada como el arado de la tierra, el animal no apela al agua para recuperar toda la energía que quemó. Para ello requiere que el ganadero le suministre algo que realmente cumpla con ese objetivo de reparar y llenar de vitalidad su organismo. Davilco Montoya, empresario pecuario de Puerto Leguízamo, Putumayo, indicó que los animales también necesitan algún tipo de suero bebida como en el caso de los humanos, que permita no solo quitar la sed, sino reponer aquellas sales, calorías y minerales que el cuerpo pierde tras una actividad de alta exigencia. El productor aseguró que en su zona apelan a brindarles miel de purga a los bovinos que llegan extenuados del trabajo. Esa materia prima proviene del residuo de la producción de azúcar y les da a los animales una dosis de energía para que repongan aquella que emplearon durante la actividad. (Lea: La cebada, subproducto energético y proteínico para el ganado) “Esa es una excelente alternativa para los ejemplares, porque ellos generalmente no buscan agua sino otra cosa que les ayude. Así como nosotros los humanos que cuando estamos cansados pedimos un gatorade o alguna bebida de esa clase, así pasa con las bestias y eso lo aporta ese producto”, argumentó. La miel de purga es de tono oscuro, prácticamente negro. Su sabor es dulce, pero tiene un toque de amargo que les gusta a los semovientes. Aunque algunos tienden a confundir este producto con la melaza, el segundo se obtiene de la caña de azúcar. Hernán Correal, médico veterinario-zootecnista, aseveró que este material se usa como saborizante de algunos alimentos de los semovientes, por lo que recomendó a la hora de brindarlo, calcular el consumo diario de forrajes y diluirlo con agua. A su juicio la dosis no debe superar los 200 gr al día, ya que en ocasiones genera reducciones en la ingesta del pasto o la materia seca. (Lea: Aliados que le permitirán la recuperación física de su ganado) “La miel de purga también se puede dar pura pero el control de consumo es más difícil. Ya que al revolverse con sal o agua, el consumo aumenta por su sabor dulce, ocasionando una sensación de llenura en los ejemplares e incrementando el costo de su mantenimiento”, reseñó. Si está interesado en incluirlo como parte de la dieta de sus semovientes, puede obtenerlo en los ingenios azucareros; sin embargo, la recomendación es que antes de hacerlo consulte con su veterinario de confianza el tamaño de la ración diaria y evite así inconvenientes en su hato.