Las micotoxinas aparecen en los alimentos que consumen los bovinos. Silos, henos y sobre todo los concentrados las adquieren por su elaboración con materia prima deficiente y el inadecuado almacenamiento del producto final. Expertos en nutrición de vacas de leche en Colombia afirmaron que por fortuna el ganado el país basa su dieta nutricional en pastos frescos, lo que reduce el riesgo de que las reses ingieran alimentos con hongos que afectan la producción y calidad del lácteo. Aun así, las ganaderías de leche introducen en la dieta concentrados y con el aumento de la sequía en Colombia, los rumiantes han aumentado la ingesta de suplementos, por lo que se recomienda a los productores estar atentos a los cuidados en el manejo de la comida del ganado. Es así como los hongos crecen con más facilidad en concentrados y suplementos por la presencia de humedad. En los ensilajes pueden aparecer los patógenos penicillium roqueforti, fumigatus o el trichoderma. Los cultivos para granos o forrajes pueden sufrir por los hongos fusarium, alternaría o cladoporium. (Lea: Ganadero, no ponga a aguantar hambre al hato) Pero no solo la humedad desencadena la presencia de hongos en el alimento para el ganado. El estrés en los pastos, debido a cambios bruscos en el clima, exposición a altas temperaturas, escasez de agua o heladas, desestabilizan el comportamiento del alimento de las vacas lecheras. Weimar Londoño Álvarez, zootecnista y coordinador nacional de nutrición en una de las empresas lácteas más grandes de Colombia, explicó que las micotoxinas son sustancias metabólicas que aparecen en el alimento del ganado y algunas han llamado más la atención en el mundo como la B1 que está presente en la comida de reses de leche y que al ser ingerida por el hato se convierte en la M1, que tienen efectos cancerígenos. “Los hongos pueden o no estar en el alimento del ganado. Eso depende de la calidad de la materia prima y de las condiciones en las cuales se almacena”, indicó Londoño Álvarez al resaltar que los cereales y los subproductos son más susceptibles a adquirir estos patógenos. (Lea: Ganaderos podrán saber si hay pasturas tóxicas en sus predios) Dijo que en las ganaderías de leche de México y Estados Unidos se conocen casos de micotoxinas presentes en concentrados mientras que en Colombia, aunque es a voluntad de cada industria si desea evaluar su presencia, debido a que no hay una norma que obligue a realizar el procedimiento, no se tiene reporte de su alta presencia. Se podría decir, aseguró, que las vacas no las adquieren con facilidad en el país, aunque esto no quiere decir que estén exentes de tenerlas. Eduardo Aguirre, zootecnista y experto en nutricional animal, coincidió con lo que señaló Wveimar Londoño sobre el bajo riesgo que corren las vacas lecheras del país de adquirir micotoxinas de alimentos, lo que se debe además a que los productores y personas en fincas desechan materia seca contaminada por humedad. Pero aclaró que pese a que la dieta de los rumiantes en Colombia es el pasto fresco, se debe tener cuidado con los forrajes que se cortan y se dejan “orear”, los cuales se vuelven susceptibles a adquirir micotoxinas. Londoño Álvarez indicó que además del adecuado almacenamiento de los alimentos, se requiere de una supervisión de los proveedores de las materias primas con que se elaboran concentrados, de la mano de la implementación de un programa de conservación y de rotación del inventario de comida para que siempre se dé al ganado lo que primero se ha adquirido. “Los proveedores de la comida deben dar trazabilidad del producto”, anotó. (Lea: Los bovinos pueden morir de tristeza) Ernesto González Cely, médico veterinario ubicado en en Boyacá, señaló que las micotoxinas generan problemas hepáticos en las vacas, que además de mermar la producción de leche, puede matarlas. De esta forma, los expertos en ganadería bovina aseguraron que el cuidado en el manejo de la comida de las vacas evitará que enfermen y esto comienza en la cosecha y finaliza en la forma de suministrar pastos y suplementos.