La temporada de estabulación en muchas regiones de Colombia es un momento crítico. Durante este período, los bovinos pasan la mayor parte del tiempo bajo techo, lo que aumenta el riesgo de infestación por parásitos internos y externos. (Lea en CONtexto ganadero: Cuáles son los parásitos que más afectan las ganaderías en Colombia)

Los parásitos son una causa principal de bajo rendimiento en los sistemas ganaderos. Según Jonathan Brown, asesor en producción de carne y ovinos del College of Agricultura, Food and Rural Enterprise (CAFRE), la presencia de una carga moderada de parásitos gastrointestinales puede aumentar el costo de crianza de terneros hasta en un 30%, como lo menciona en el portal Agriland.

Esto se debe a que los parásitos privan al animal de nutrientes esenciales, ya sea al consumir tejido, sangre o contenido estomacal. Entre los principales parásitos que deben ser monitoreados y controlados en el ganado se incluyen:

• Parásitos internos: gusanos pulmonares, gusanos estomacales y fasciola hepática.
• Parásitos externos: garrapatas y ácaros.

Los terneros son especialmente susceptibles a estos parásitos, ya que no han desarrollado inmunidad. De acuerdo con Brown, los gusanos estomacales se alojan en el abomaso y pueden causar pérdida de peso, reducción del apetito y bajo rendimiento. Por otro lado, los gusanos pulmonares infectan las vías respiratorias, provocando bronquitis parasitaria.

Para un control efectivo, es fundamental seleccionar productos antiparasitarios específicos según la etapa de desarrollo del parásito, ya sea huevos, larvas o adultos. Esto ayudará a determinar si es necesario repetir el tratamiento para garantizar la eliminación total de los parásitos.

Por su parte, la fasciola hepática prospera en condiciones cálidas y húmedas como las observadas en el clima actual de muchas regiones de Colombia. Su ciclo se desarrolla en tres etapas dentro del hígado del animal: inmaduro temprano en el primer, inmaduro en el segundo mes y adulto en el tercer mes.

En el caso de los parásitos externos, la estabulación crea un ambiente ideal para la proliferación de parásitos como garrapatas y ácaros, los cuales afectan a los bovinos de todas las edades. Según Brown, los primeros signos de infestación incluyen rascado excesivo, pérdida de pelo, provocando incomodidad y rendimiento subóptimo en los animales.

El profesional asegura que un manejo adecuado de parásitos durante el invierno asegura que el rendimiento del ganado no se vea comprometido. Además, contribuye a reducir los costos de producción y mejora le bienestar de los bovinos.

El control de estos parásitos no solo es cuestión de productividad, sino también de responsabilidad hacia el bienestar animal y la sostenibilidad de la actividad ganadera. (Lea en CONtexto ganadero: Factores que hacen más susceptibles a los animales a ser infectados por parásitos)