La FAO estacó como un caso de éxito las Mesas Técnicas Agroclimáticas en Colombia que se vienen implementando desde 2014 hasta la fecha.
Es así como se han beneficiado 631 000 productores y 36 cultivos de Magdalena, La Guajira, Cesar, Sucre, Córdoba, Santander, Caldas, Tolima, Cauca y Nariño.
Las Mesas son una herramienta que permite a los productores reducir su riesgo climático y tomar mejores decisiones basadas en información oportuna, relevante y adaptada a su contexto. (Lea: Ecuador le apuesta a la ganadería climáticamente inteligente)
A nivel de cada territorio, aglutinan a los actores relevantes del sector (representantes de gremios, gobiernos descentralizados, ONG, academia, institutos de investigación agrícola, banca agrícola, etc.). En este espacio, el pronóstico agroclimático o información de base científica se discute, de manera participativa, con las observaciones y el saber local. Gracias a este proceso, se generan recomendaciones específicas de cultivo que se recogen en boletines que son difundidos para alcanzar la mayor cantidad de productores.
Las primeras Mesas fueron instaladas en 2014 en Colombia, por el Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT). Dos años más tarde, el país incluyó en sus Contribuciones Nacionales Determinadas (NDC, por sus siglas en inglés), el desarrollo de 15 MTA, con alcance para un millón de productores, lo que gracias a un convenio entre el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural (MADR) y la FAO, permitió escalar la iniciativa a ocho MTA, dar cobertura a 36 diferentes cultivos y a 631 000 productores.
En el marco de este programa, el MADR -con el apoyo del CIAT y la FAO inició un intercambio sur-sur con países de Sudamérica el año 2019, con el fin de replicar la metodología. Por su parte, el CIAT introdujo la metodología en varios países centroamericanos. De esta forma, a través de la experiencia colombiana, las MTA se posicionaron como una de las soluciones más destacadas y replicables de servicios climáticos para la agricultura. Actualmente, existen MTA en 10 países de la región.
Entre los beneficios destacados por la FAO de estas mesas están el que los productores y otros actores territoriales relevantes reciben de manera oportuna información comprensible y pertinente que les permite implementar acciones preventivas para reducir el impacto de eventos climáticos adversos.
Los productores han mejorado sus prácticas agrícolas gracias a un proceso continuo de adaptación al cambio climático, que les permite reducir pérdidas y, en ciertos casos, mejorar la rentabilidad. (Lea: Ganadería climáticamente inteligente, una prioridad)
Sin embargo, también se identificaron factores críticos como la resistencia al cambio, o la desconfianza de los productores sobre la pertinencia de las recomendaciones de los boletines agroclimáticos. Una de las principales estrategias de las MTA para enfrentar este desafío fue la legitimación de las recomendaciones mediante un proceso participativo con actores locales del entorno del agricultor. Otra fue la presentación de información fácil de comprender, específica y adaptada a su contexto.
Principalmente al inicio de la implementación, los requerimientos técnicos en el nivel central, para la generación de pronósticos agroclimáticos de alta definición, para cada territorio y de manera cíclica, constituyó un factor crítico.