Dentro de los diez países mayores productores de carne bovina en el mundo, cinco pertenecen a América; siendo primero Estados Unidos y segundo Brasil, caracterizándose especialmente por tener planes de mejoramiento genético bien estructurados.

El mejoramiento genético puede ser definido como un conjunto de procesos cuyo objetivo es aumentar la frecuencia de genes deseables dentro de los caracteres a ser mejorados; el cual se plasma en la práctica en un plan o programa, siendo en ambos casos la combinación entre los procesos de la selección y los sistemas por los cuales son apareados.

Cuando se habla de “mejoramiento genético” (MG), se piensa en introducir grandes o dificultosas modificaciones en las explotaciones ganaderas; no obstante, lo que consigue el MG es un ordenamiento en cada una de las etapas productivas, lo que a su vez conlleva a una mejora en cada una de ellas, y para lograrlo es muy importante definir los objetivos, valoración genética de reproductores y planes de selección.

El objetivo final de todo productor es el aumento de la rentabilidad de su explotación ganadera.

Los objetivos de selección particularmente, son aquellos aspectos en los que los genetistas deben de influir para obtener una mayor ganancia en los animales, ya sea por aumento de productividad cualitativa y/o cuantitativa o por aumento de su eficiencia reproductiva. Caracteres que afectan la eficiencia reproductiva, son prioridad en producción de carne dado que todos los ingresos se multiplican por la cantidad de terneros logrados (peso al nacer, facilidad de parto y circunferencia escrotal); lo caracteres de crecimiento logran una buena eficiencia reproductiva, la velocidad de crecimiento, son caracteres a cuales se deben prestar atención; monitoreando los pesos al destete y peso final; por su parte los caracteres carniceras (rendimiento y calidad de carne), deben reflejar el rendimiento y calidad de la canal de acuerdo a las exigencias del mercado.

Para estructurar un plan de mejoramiento genético en ganaderías de carne en las siete subregiones del Caribe, es necesario obtener un mínimo de 2000 vacas con registros, que nos proporcionarían información del progreso genético en tres etapas: Finca, Pruebas de comportamiento y Pruebas de Progenie. Con base a lo anterior, surge la necesidad que los ganaderos y sus asociaciones, soliciten a las entidades de investigación y universidades a desarrollar dichos planes, estructurados por expertos en el área.

• En colaboración con el Doctor Gustavo Ossa, zootecnista con doctorado en genética