Ante la crisis de precios en la industria lechera, un productor optó por diversificar sus fuentes de ingreso y encontró una fuente lucrativa: la venta de embriones y novillas de alto valor genético. Esta ha sido una solución efectiva para mejorar la rentabilidad y enfrentar las fluctuaciones del mercado.
La Hacienda San Pedro, ubicada en Guaymaral, Bogotá, lleva más de 40 años dedicada a la producción de leche. Frente a los actuales desafíos que enfrenta este sector, Saúl Perilla y su madre, propietarios de la finca, encontraron una solución rentable: vender embriones y novillas de genética superior.
"El sector lechero ha enfrentado dificultades con la caída de los precios. No podemos depender solo de la venta de leche", aseguró Perilla. (Lea en CONtexto ganadero: Cómo generar ingresos extras en la finca ganadera)
Por ello, hace cuatro años comenzaron a incursionar en la comercialización de embriones y novillas de alto valor genético, un negocio que les ha dado grandes ganancias. Hoy, no están sobreviviendo, sino que se han convertido en ejemplo de prosperidad.
Ganado de alta producción
En la finca San Pedro, el rebaño está compuesto principalmente por ganado holstein, aunque también cuentan con ejemplares de las razas jersey y simmental. En la actualidad, tienen 230 animales en un terreno de 56 hectáreas, con un promedio de producción de 24 a 25 litros de leche por día.
Uno de los pilares de su estrategia ha sido el mejoramiento genético. "Nosotros inseminamos con gyr para obtener terneras girolando, una raza que ha ganado mucho valor en el mercado", explicó Perilla. La venta de estas terneras ha resultado ser una fuente de ingresos clave para la finca.
Central genética
El éxito de la venta de embriones y novillas ha llevado a la familia Perilla a dar un paso más: la creación de una central genética a cientos de kilómetros de la finca, en el departamento de Casanare. En este nuevo proyecto, cuentan con receptoras preñadas de embriones girolando y de razas cebuinas como gyr, brahman y nelore.
"El objetivo es facilitarle el trabajo a los ganaderos que no tienen infraestructura para sincronizar receptoras ni acceso a veterinarios especializados. Nosotros les entregamos animales preñados de 90 días, listos para potenciar sus hatos", indicó Perilla.
Manejo eficiente de forraje
El éxito en la producción lechera también ha estado ligado a una buena gestión de la alimentación del ganado. En la finca San Pedro han apostado por el raigrás, la chicoria y la alfalfa, variedades que han demostrado ser más resistentes a las heladas que afectan la región.
"Estos pastos exigen más en cuanto a abono y riego, pero ofrecen mejores resultados en calidad nutricional y resistencia climática", mencionó Perilla.
Además, han implementado rotaciones de 40 días para garantizar la recuperación de los potreros y mejorar la disponibilidad de forraje.
Gracias a estas estrategias, la finca ha logrado sortear las crisis del sector lechero. "Diversificarnos ha sido clave para mantenernos en el negocio y asegurar la rentabilidad", concluyó Perilla.