Ganaderos en Colombia identifican sus animales Holstein con la tradicional placa, sin desmeritar una estrategia más sencillo pero útil para no perder de vista el desarrollo de cada res y sus valores genéticos de generación en generación. Se trata del registro fotográfico y audiovisual que se hace pocos días después del nacimiento de la cría. La toma de fotos se hace porque las marcas blancas y negras de los bovinos Holstein son únicas. Según Javier Ardila, zootecnista y gerente de la hacienda La Lata, en Boyacá, estas huellas no se repiten y se convierten en la cédula de cada animal, por lo que resulta práctico que se identifiquen con imágenes. Añadió que la identificación de bovinos no es una acción que se efectúe sin fines concretos y mediante esta técnica se sabe cómo aprovechar las características del animal en todo su periodo de vida. “Las marcas nunca se repiten y una forma de tener animales productivos es identificarlos con fotos”, dijo el productor. (Lea: Perjuicios y beneficios de preñar novillas a temprana edad) Camilo Sarmiento, ganadero y zootecnista, sigue la misma línea de identificación con sus reses Holstein. La ventaja de tener el reporte visual le ha permitido hacer control lechero, reproductivo y mejoramiento genético. La placa, anotó, es una medida que vale la pena implementar, pero se corre el riesgo de que se caiga del animal. En cambio, las fotografías se reservan sin dar lugar a la confusión de qué vaca se tiene en el predio. Otra ventaja del registro visual de los animales Holstein es que ante un posible caso de robo, la Policía podrá ubicarlas recurriendo a las imágenes. “Las fotos sirven incluso cuando hay hurtos. Ha pasado que muchos ganaderos no saben de quién son hijas ciertas crías y con las fotos eso se puede controlar”, afirmó. Francisco Ortegón, ganadero con animales Holstein y cruzados con Normando y Jersey, dijo que al tener un hato mediano ha sido fácil reconocer a cada res por sus características físicas. Aseguró por eso que conoce sus animales por el tamaño del cuello y patas, e incluso sabe quiénes son los padres de cada vacuno. Esto no quiere decir, explicó, que no acuda a la identificación fotográfica y de placas. “Yo conozco el origen de todos los animales. Sé quién es la abuela y tarabuela de todos. No tengo problema con conocer a cada res y sus cruces. Eso pasa porque es un hato pequeño a mediano”. (Lea: Nariño, cuenca lechera fortalecida por el Fondo Nacional del Ganado) Para Sarmiento, algo tan sencillo como fotografiar una res puede ayudar a un ganadero realizar prácticas de mejoramiento genético, descartar novillas improductivas, comercializar ganado y comprobar ante la Asociación Holstein de Colombia, Asoholstein, el tipo de reses que se tienen, ya sean comerciales o puras.