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Foto: CONtexto Ganadero.

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Mantener producción pastoril y certificada es vital para la carne

por: - 31 de Diciembre 1969

Esa es la visión del Instituto Nacional de Carnes, INAC, y así lo reafirmó el director de Control y Desarrollo de Calidad del organismo, Ricardo Robaina, frente a un mundo que pide cada día más documentos probatorios sobre el respeto el bienestar animal.

Esa es la visión del Instituto Nacional de Carnes, INAC, y así lo reafirmó el director de Control y Desarrollo de Calidad del organismo, Ricardo Robaina, frente a un mundo que pide cada día más documentos probatorios sobre el respeto el bienestar animal.

"Producir carne natural certificada es y será a futuro una fortaleza del Uruguay y hay que mantenerlo, por más que se mantengan otros sistemas de producción", aseguró Robaina.

En el mundo existen certificaciones de todo tipo, pero "la ventaja que tiene Uruguay es que se han tomado políticas, como la prohibición del uso de anabólicos en la producción de carne con bastante anticipación", afirmó Robaina.

Desde el INAC se le busca darle mayor valor agregado a la carne bovina que se exporta a los más de 120 mercados habilitados. (Lea: Uruguay: pequeños productores a exportar carne bovina a la Unión Europea)

"Es importante certificar buenas prácticas de manejo a nivel agropecuario y brindar garantías por escrito. Muchas cosas que hoy se están certificando vienen de larga data, pero hoy es fundamental certificarlas", indicó.

Paso adelante

En ese marco, por segundo año consecutivo, se viene desarrollando el Programa de Carne Natural Certificada en Cerro Largo, donde se recertificarán este año 500 predios y la meta es llegar a los 1.000. Posteriormente, el programa se extenderá a otros departamentos.

"Venimos muy bien con el plan piloto. Todos sabemos que los mercados son muy exigentes en materia de certificaciones y que no alcanza con decir que nuestras carnes tienen un determinado atributo, hay que probarlo. El criterio es certificarlo para darle valor agregado a la carne", insistió el jerarca de INAC.

Aunque aclaró que escapa a las posibilidades del instituto, Robaina adelantó que parte del valor agregado que podrían recibir los productores podría ser el hecho de recibir algunos centavos más por la carne que producen cuando lo remiten a faena, porque provienen de establecimientos certificados. (Lea: Uruguay será sede del 60º Congreso Internacional de Ciencia y Tecnología de la Carne)

La certificación obligatoria que realiza el INAC es una acción de reconocimiento de buenas prácticas ganaderas con el fin de alcanzar un primer nivel de ganado que, en forma masiva, cumpla con requisitos relacionados con el bienestar animal, inocuidad alimentaria y cuidados del medio ambiente y del trabajador rural.

Por otro lado, el INAC es la autoridad competente frente a la Unión Europea como garante del etiquetado facultativo para ese destino, por lo que sigue desarrollando nuevos protocolos para ello entre los que se destaca una solicitud de la Sociedad Criadores de Aberdeen Angus.

Garantías

Por su parte, la directora de Mercado Externo de INAC, Silvana Bonsignore recordó que "cada vez más el consumidor final demanda seguridad alimenticia y Uruguay se la ofrece en base a la confianza que inspira con sus productos".

La denominada "eco conciencia" es una estrategia de marketing que pesa en los consumidores y en el mundo, hay segmentos de mercado que están dispuestos a pagar un producto por sus atributos. "En ese aspecto nos encontramos muy bien posicionados", afirmó la especialista del INAC.

Bonsignore sostuvo que "lo más importante es valorizar al máximo nuestra producción de carnes y obtener los mejores precios por cada corte. Los mercados son cambiantes, tanto por temas de demanda como por la situación económica de cada país. Por ello, es clave que Uruguay tenga más de 120 mercados abiertos como en la actualidad y pueda redirigir las ventas a donde se pague mejor", afirmó. Para Uruguay es como vivir el sueño del pibe.

Buenos precios en el ejercicio que se cerró

Mientras que en Argentina, debido a la falta de oferta de ganado, cerró un tercio de la industria frigorífica y en Brasil sucedió algo parecido, en Uruguay no cerró ninguna empresa y más bien la industria se adecuó reduciendo su nivel de actividad.

En el pasado ejercicio agrícola (finalizado el 30 de julio) se industrializaron 2.155.000 cabezas bovinas que están muy por debajo del potencial de faena que tienen actualmente los frigoríficos. La cifra es esperable para años con baja oferta desde la sequía de 2009/2010.

"Uruguay, sin enloquecerse, puede aspirar a faenar 2:300.000 o 2:400.000 reses en el mediano plazo", estimó Pablo Caputti, director del Departamento de Información Económica del Instituto Nacional de Carnes.

El organismo proyecta para 2013 una faena de 2:100.000 reses que no es alta, pero que ofrece buenas perspectivas para 2014 o 2015. Cabe recordarse que en el ejercicio 2012 se faenaron 2:023.000 cabezas bovinas y hay que remontarse a 2009/10, para encontrar una faena de 2:408.000 cabezas vacunas (fue un año de seca).

En el pasado ejercicio agrícola las exportaciones de carne bovina estuvieron muy cerca de US$ 1.500 millones, con un promedio cercano a US$ 3.800 la tonelada, con un dólar recuperado. (Lea: ¿Cómo optimizar el uso de equipos para elaborar forrajes de calidad?)

"La explicación de esos valores es que Australia y Nueva Zelanda están pasando por una sequía bastante fuerte y al ser grandes productores vuelcan un volumen muy grande de carne al mercado mundial", explicó Caputti. Igual, los precios de exportación de la carne uruguaya "están entre los más altos del mundo, se pierde frente a Estados Unidos y están por encima de los australianos".