La vaca en transición sufre muchos cambios de tipo nutricional, metabólico, de adaptación y de eso dependerá tener un animal productivo y la posibilidad de volverla a preñar o inseminar en un periodo corto de tiempo, es decir 80 o 100 días que es lo que se requiere para tener un parto por año.
Así lo planteó el médico veterinario de la Universidad de Antioquia, Juan Camilo Vélez, en una charla promovida por TVGAN, quien señaló que el periodo de transición abarca tres semanas antes y tres semanas después del parto.
De acuerdo con el profesional, hay un cambio dietario porque los animales no están acostumbrados a un consumo de concentrado como sí lo van a requerir al momento del parto ya que vienen de consumir forrajes a una dieta de almidones y carbohidratos y esto puede ocasionar algunos problemas en el animal. (Lea: Transición de la vaca, periodo crítico antes y después del parto)
Si la vaca antes de secarla no tiene buenas condiciones de tipo nutricional y de condición corporal no va a tener el desempeño deseado y va a sufrir muchos problemas a la hora del parto.
En este periodo también hay una involución de la glándula mamaria y la preparación a una nueva lactancia, a una formación de tejido glandular, una movilización de nutrientes para la formación de calostro y para la lactancia. Esto dura aproximadamente 21 días.
También hay una alta demanda de minerales, principalmente del calcio al momento del parto y esto va a tener consecuencias importantes a nivel sanitario y de desempeño reproductivo.
De igual manera, dijo, existe una alta lipólisis en el periparto que corresponde al tejido graso que tiene la vaca al momento del parto y que va a servir de fuente de energía ya que su consumo de materia seca viene deprimido y entra en un balance energético negativo. (Lea: 10 claves para hacer del destete una transición cómoda y tranquila)
Además, hay una disminución en el consumo de alimento porque hay un volumen que ocupa el feto en el vientre y le quita espacio al rumen.
Así mismo, señaló, hay un ajuste y una adaptación de un nuevo grupo social y esto es muy importante en las primerizas ya que se van a mezclar con otras vacas que tienen ya varios partos y esto va a ocasionar que haya una rivalidad y provocar alteraciones en el comportamiento del animal y en el consumo de materia seca.
En el periodo de transición los requerimientos de energía, aminoácidos y ácidos grasos aumentan para formación de calostro y posteriormente la leche. El consumo de materia seca 21 días antes del parto se reduce un 30%, siendo más importante la última semana donde puede caer el 90% trayendo consecuencias como un balance energético negativo.
Después del parto viene una recuperación, pero hasta los 24 o 30 días cuando se recobra el consumo de materia seca. (Lea: Claves para entender la importancia de la materia seca en lechería)
El profesional agrupó las enfermedades asociadas al periodo de transición en tres grupos:
Metabólicas: hipocalcemia, cetosis, hígado graso, edema de ubre
Sanitarias: retención de placenta, metritis, mastitis
Alimenticias: acidosis, desplazamiento de abomaso
La presentación de una o más de estas enfermedades va a tener una implicación en la fertilidad y la producción
Vacas con problemas de hipocalcemia tienen 5,7 veces más probabilidades de retención de placenta y éstas a su vez tienen 4,4 veces más de posibilidades de desarrollar metritis después del parto y esto se relaciona con la repetición de servicios.
Otra enfermedad con grandes implicaciones es la cetosis subclínica que tiene efectos en la reproducción como mayores posibilidades de mortalidad embrionaria y de anestro. (Lea: Cetosis también afecta a las vacas lecheras en Colombia)
Estas enfermedades tienen una implicación grande con relación a la ciclicidad. Según un estudio realizado en Estados Unidos en 2010 las vacas sanas estaban ciclando el 84 %, mientras que las que presentaron un caso de enfermedad era el 80 % y con más de un caso el 70,7 %.
De las enfermedades que se evaluaron, la metritis muestra que las vacas que la sufrieron tenían ciclicidad el 63,8 %.
Las enfermedades que afectan el tracto reproductor están implicadas en la presentación de ciclicidad después de 50 a 60 días del parto
En el caso de la preñez a la primera inseminación, las vacas sanas fue el 51,4 %, con un caso el 43,3 % y con más de una enfermedad el 34,7 %
Igualmente, las vacas sanas tuvieron una pérdida gestacional del 9 %, mientras que las que tuvieron una enfermedad fue el 14 % y más de una el 16 %. Las que sufrieron mastitis alcanzaron cerca del 20% y las que tuvieron cojeras llegaron al 26,4%. (Lea: Pérdidas gestacionales, un asunto de cuidado)
Cuando el rumen no ha sido preparado de forma adecuada para el cambio de dieta se puede presentar acidosis (clínica y subclínica), laminitis y desplazamiento de abomaso. Por eso se debe preparar 20 días antes del parto con la dieta que va a tener durante la lactancia
Finalmente indicó cómo se debe hacer el monitoreo de una vaca en transición:
Hipocalcemia clínica: < 2 %
Hipocalcemia subclínica: <25 %
Cetosis subclínica hasta 21/d posparto: <25 %
Retención de placenta vaca y novillas: <10 % y <15 %
Metritis vacas y novillas: <15 % y <20 %
Desplazamiento abomaso hasta 60 DEL: <3 %
Desecho: -30 Días en leche: <3 %
-60 Días en leche: <6 %