El ordeño es una actividad que se realiza a diario pero el paso del tiempo y el desarrollo de la tecnología ha permitido facilitar la labor en la finca.

Aunque en hatos pequeños de Colombia todavía se continúa con el ordeño manual, cada vez más, la mecanización esta llegando a las fincas. En la industria ganadera enfocada a la producción lechera existen las salas de ordeño que son el corazón del proceso productivo, pues son los lugares en los que se extrae la materia prima para la elaboración de diversos productos.

Con el paso del tiempo se han desarrollado diferentes tipo de salas que han apuntado a mejorar los procesos de producción, siendo las robotizadas una alternativa que optimiza el tiempo y la rentabilidad de las granjas lecheras, gracias al uso de sistemas automatizados que se encargan de realizar todo el procedimiento de ordeño necesario para generar una estimulación de las vacas y poder así tener mayores cantidades de leche en menos tiempo y sin tanto esfuerzo. (Lea: Ordeño mecánico, una opción al alcance de todos los ganaderos) 

De acuerdo con una nota publicada en el portal somex.com.co, el uso de salas de ordeño robotizadas está enfocado en satisfacer las necesidades de granjas de una gran producción láctea que tengan procesos industriales, aunque para los pequeños también han salido ordeños mecánicos móviles que facilitan la labor.

Por otro lado, las granjas de gran capacidad de producción tienen las necesidades de atender a un amplio número de vacas y dedicarles un tiempo promedio a cada una para poder extraer toda la leche de manera manual, algo que requiere aumentar la cantidad de trabajadores y tener una logística exigente por lo que la mecanización es la salida.

Las salas de ordeño robotizadas surgieron para solucionar este tipo de inconvenientes que tenían los productores industriales de leche en cuanto a inversión de tiempo y trabajadores, algo que está directamente relacionado con la rentabilidad de un hato.

Esta tecnología permite que, en vez de utilizar las manos, se empleen pezoneras automatizadas que trabajan de manera individual en un sistema computarizado que controla todo el proceso de ordeño para saber si las vacas están produciendo la cantidad de leche adecuada para su estado o si hay algún tipo de falencia.

Existen diferentes tipos de salas de ordeño robotizadas que se diferencian, especialmente, por la manera en que se ubican los animales durante el proceso de extracción, teniendo como fin último el poder ordeñar la mayor cantidad de vacas en un mismo espacio y al mismo tiempo, algo que necesita de un análisis y una preparación previa para saber qué lotes de vacas poner en la misma posición, ya que, si se mezclan animales que dan 20 litros junto con otros que dan 5 litros es evidente que el que tiene menos leche acabará primero. (Lea: Lo que puede que usted no sepa sobre equipos de ordeño mecánicos)

Dentro de los diferentes tipos de salas de ordeño destacan las llamadas espina de pescado, que tienen una disposición en la que hay dos hileras de vacas que están ubicadas al frente de la otra. Cada animal está en un módulo individual que permite monitorear el avance particular del proceso. Estas salas tienen un sistema logístico que facilita el trabajo del ordeñador que está en medio de las dos hileras y podrá revisar el proceso para que salga sin contratiempos o fallas, así se pueden ordeñar en un solo turno unas 18 vacas, en caso de que el sistema tenga 9 módulos por hilera.

Otros sistemas de salas de ordeño muy utilizado en la explotación láctea es el tándem, en este las vacas tienen un trato personalizado, ya que, cada una cuenta con un corral individual en el que se llevan a cabo procesos de extracción que se acomodan a las capacidades de cada vaca. Esta es una opción muy útil para granjas lecheras o hatos que no tengan una gran cantidad de animales, pero sí los suficientes como para que el proceso manual sea muy demorado.

Las más novedosas son las que tienen forma de carrusel, que en algunos casos pueden ser rotativas. Estas tienen una forma circular de unos 40 módulos, aproximadamente, en los que cada vaca es ubicada en un corral específico que inicia el proceso de manera individual. Estas salas de ordeño cuentan con alimento, agua u otro tipo de estímulos para que las vacas ingresen y estén tranquilas durante el tiempo en el que son ordeñadas.

Además, las que son robotizadas tienen la posibilidad de ser giratorias cuentan con una pantalla central en la que se ve el estado de cada vaca para saber si se está cumpliendo con los objetivos esperados.

Cabe aclarar que las salas de ordeño son procesos que tienen como objetivo el preservar el bienestar de los animales, utilizando pezoneras que emulan de manera respetuosa los movimientos de la mano con el fin de no causar lesiones y a la vez extraer la mayor cantidad de leche por proceso, para mejorar así la rentabilidad de cada granja productora.