El ganadero y empresario Francisco Rodríguez revela cuáles son los desafíos para las personas que desean sacar adelante proyectos empresariales en Colombia, pero también dio unos consejos para seguir en este empeño y no desfallecer.   Si bien Rodríguez ha contado con grandes oportunidades, como trabajar con DeLaval en la región Andina y Norteamérica, también ha tenido que hacer grandes esfuerzos para lograr sus objetivos. (Crónica: Francisco Rodríguez, un apasionado por la ganadería y el emprendimiento)   Sin lugar a dudas, sus padres han sido una pieza fundamental en el desarrollo de sus habilidades para el emprendimiento. Ellos le enseñaron a seguir adelante en su proyecto personal, a tomar riesgos y a enfrentar los fracasos.   Junto con su familia, creó la empresa Colganados Genetics, dedicada a la producción de leche, levante de ganado, genética de razas Holstein y Jersey, y elaboración de forrajes como suplemento bovino. (Lea: Networking y empoderamiento de trabajadores, claves en la ganadería)   Aunque la empresa ha crecido con el paso de los años, Rodríguez es consciente de las dificultades de los ganaderos para continuar con sus negocios. “En Colombia hay mucha gente con muchos deseos, pero faltan diferentes cosas”, aseguró.   El empresario continuó diciendo que es necesario impulsar estos proyectos para motivar a más gente a cumplir con los suyos: “Aprendemos por emulación, entre más emprendimientos, más emprendimientos va a haber. Como dicen vulgarmente, plata llama plata. Si tú andas en un ambiente donde todo el mundo está emprendiendo, a ti te dan ganas de hacer lo mismo”.   De esta forma, destacó las iniciativas de muchos colombianos que salen adelante a punta de esfuerzo y dedicación, algo que en el lenguaje coloquial se conoce como el rebusque. (Crónica: Cooperativa Colactabio se reactivó por el emprendimiento de una ganadera)   En esta medida, señaló las 2 grandes falencias que impiden que estos rebuscadores puedan llevar sus negocios a un nivel más alto: la educación y el capital de riesgo, ambos indispensables para materializar estas ambiciones.   “Los emprendimientos no se hacen con ideas, sino con plata, y plata para quemar, pues se pierde aprendiendo. Pero en realidad no se pierde, sino que se convierte en conocimiento. El problema es que cuando no hay el dinero, entonces no prospera ninguna idea porque no hay cómo sobrepasar los obstáculos”, apuntó.   El empresario aclaró que el dinero no tiene por qué llegar únicamente del Estado, sino también de la banca. En este aspecto, señaló la importancia de mejorar las tasas de interés para que las personas con proyectos puedan acceder a créditos, aunque esto no debe quedar ahí, pues la sociedad también puede contribuir a este propósito.   “El apego por el dinero es muy grande y la gente no lo comparte. Creo que cuando uno es emprendedor y lo hace por convicción, el fin último nunca es el dinero, sino la felicidad. Cuando tú aprendes eso, también aprendes que todo lo demás se puede compartir”, manifestó.