El mejoramiento genético es un componente esencial para el éxito económico de los ganaderos pues compromete la eficiencia y la competitividad en su ganadería. Claudio Magnabosco, un renombrado zootecnista brasileño con vasta experiencia en genética y producción animal, ha destacado la importancia de este enfoque para el mercado colombiano.

Magnabosco, quien ha estado involucrado en investigación agropecuaria durante más de 35 años y es vicepresidente de la Asociación Nacional de Criadores de Ganado de Brasil (ANCP), advierte que los ganaderos colombianos que no adopten prácticas de mejoramiento genético están perdiendo oportunidades significativas de ingresos. En una entrevista reciente con CONtexto Ganadero, expresó de manera contundente: "No hay ninguna duda de que hoy, los ganaderos colombianos que no están haciendo mejoramiento genético, están dejando de ganar mucha plata".

El mensaje clave de Magnabosco es claro: en un mercado cada vez más competitivo, la mejora genética se convierte en un imperativo económico. Señala que el ejemplo brasileño es revelador: inicialmente, los frigoríficos pagaban precios uniformes independientemente de la calidad del ganado, pero con la demanda creciente de entregas más rápidas y de mayor calidad, los ganaderos se vieron obligados a invertir en mejoramiento genético para mantenerse competitivos.

"La mejor educación es a través del bolsillo", afirma Magnabosco, resaltando que las necesidades del mercado y la competencia económica impulsan la inversión en mejora genética. Destaca el caso de fincas en Colombia, como la de Daniel Jaramillo, que están llevando a cabo un serio trabajo de mejoramiento con razas como Nelore y Brahman.

El experto brasileño enfatiza que ser un pequeño productor no es un impedimento para alcanzar la eficiencia. En Brasil, incluso los pequeños ganaderos han demostrado ser excepcionales en la calidad de sus animales. Magnabosco insiste en que el enfoque debe ser la organización y la recopilación de información precisa sobre los animales.

"Hoy en día, nos centramos más en el animal en sí que en la marca", explica. Para él, el primer paso es la organización y la recopilación de datos. El conocimiento detallado del ganado es fundamental para identificar áreas de mejora y realizar intervenciones genéticas efectivas.