Más del 40% de la región está situada en zonas bajas y húmedas lo que permite que las ganaderías de la raza encuentren un lugar idóneo para la instalación de criaderos.

En el Magdalena Medio santandereano se han dado casos en los que de manera equivocada se establecieron proyectos que iban contra la condición misma de la naturaleza. Un ejemplo claro de ello es la creciente demanda de palmeras en zonas bajas donde, según análisis, la pudrición del cogollo no debería permitir esto.

Algo que sí se esperaba en la región, era que la situación climática ayudara a apalancar el crecimiento de la ganadería bufalina en esta zona del país, donde se han dado pasos significativos, pues de acuerdo con el zootecnista de la Universidad Nacional, Ómar Ruíz Ariza, ya se tienen cerca de 35 bufaleras establecidas en Cimitarra, Barrancabermeja, Puerto Wilches y Sabana de Torres. 

“En esta región se podría hablar de 13 mil animales, agregándoles unos 3.000 en el sur del Cesar, fincas bufaleras que tienen gran influencia en Santander”, informó Ruíz Ariza. (Lea: El búfalo, alternativa económica y productiva para el sector)

Uno de los mayores atractivos que tiene esta raza, está en la trasformación de su carne, pues, de acuerdo con sus propulsores, es idéntica a la de un bovino pero con características que la hacen más atractiva.

Valor agregado en carne y leche

Para Alejandro Henao Quiroz, propietario de la finca ‘Búfalo Oro Negro’, ubicada en Barrancabermeja, y quien lleva 10 años trabajando en la transformación de la carne y los lácteos de esa raza, los mercados externos no se han explorado y surgen como una importante oportunidad de negocio.

“La carne de búfalo tiene una gran fortaleza: se produce a campo abierto y dada a su resistencia, la utilización de vacunas y antibióticos es mucho menor que en los vacunos. Por ende, su carne es más sana”, agregó Henao Quiroz.

Frente a le leche, el ganadero bufalino aseguró que hay ya experiencias de otras bufaleras con queso mozzarella, el cual se está vendiendo en pequeñas cantidades en el país y del que a diario aumenta su oferta. (Lea: Diamante negro, la especie bufalina que toma fuerza en el país)

“El mercado externo está inexplorado porque estamos haciendo el ejercicio de fortalecer el interno, que con el pasar de los días hemos visto que demanda más los productos de búfalo”, añadió Alejandro Henao.

En cifras

De acuerdo con la Asociación Nacional de Criaderos de Búfalos, Asobúfalos, la explotación de la raza en Colombia continúa creciendo, al punto que puede mover $320 mil millones anuales y seguir creciendo, esto por los bajos costos en su implementación y la alta rentabilidad que genera. (Lea: Productores del Magdalena Medio le apuestan al ganado bufalino)

Según cifras del gremio bufalino, en el país el sacrificio de la raza ya supera los 60 animales al año, lo que demuestra que este animal, al ser rústico y adaptarse con facilidad a todo tipo de condiciones climáticas, cada día ‘pisa más fuerte’.