Al aumentar la ingesta de alimento hay más energía disponible en el organismo del animal, lo que favorece tanto el crecimiento muscular como el engrasamiento. Este se puede dar tanto en vacas adultas como en terneras. Felipe Aristizábal, médico veterinario-zootecnista y especialista en producción de leche, señaló que un aspecto al que hay que prestarle especial importancia en vacas adultas es el tiempo de secado; anotó que lo ideal sería que fueran entre 45 y 70 días. “Cuando hay más de 100 días, no solo tengo dificultades por las jornadas improductivas, sino que ese animal empieza a ganar condición corporal en toda su estructura y parte de su parénquima productivo empieza a ser reemplazado por tejido adiposo, lo cual puede llegar a disminuir la productividad a futuro”, sostuvo. (Lea: Diferencias entre ganado de leche y carne) El médico veterinario-zootecnista indicó que en el caso de las terneras, es primordial manejar una alimentación estricta con el fin de servir novillas más jóvenes entre 13 y 15 meses, reducir la edad al primer parto e intentar lograr partos 23 o 24 meses. Aristizábal explicó que como la pubertad en las vacas, no llega por la edad sino por el peso y la alzada, y como se necesita un pesaje importante para que el animal logre entrar a la etapa fértil y que su estructura ósea y muscular estén en condiciones de soportar una gestación, se requieren altas tasas de ganancia de peso. Agregó que antes se creía que para lograrlo se necesitaba generar tejido adiposo a nivel de glándula mamaria, pero lo que se conseguía era perjudicar la lactancia. Ahora se sabe que lo realmente importante es la relación de proteína versus energía. “Cuando las dietas tienen un balance entre la proteína y la energía no se presenta ningún problema,porque se alcanzan altas tasas de ganancia de peso, desarrollo muscular y se manejan los otros elementos necesarios para los procesos de las glándulas mamarias”, sostuvo. (Lea: Aspectos a tener en cuenta antes de comprar una vaca de leche) También dijo que en el periodo de formación de la ternera y por ende de la ubre, hay diferentes momentos de crecimiento, y que hay uno en especial en el que la glándula crece de una manera más acelerada que el resto del cuerpo, el cual se da en los primero 3 meses de vida. Apuntó que en este periodo se podría manejar una dieta con mayor energía, para que esto se transforme en ganancia de peso y no se incurra en engrasamiento de mama. Alex Fernando Gutiérrez, zootecnista y experto en nutrición bovina, dijo que una dieta con muchos carbohidratos y fibra, presentes en algunos pastos e incluso en suplementos, pueden promover la síntesis de grasa tanto en la ubre como en el resto de la estructura del animal. “La dieta debe ir acorde al objetivo de la producción, como por ejemplo, tener una buena condición corporal o alcanzar una mayor producción de leche. Para lograr esa meta se debe acondicionar la alimentación apuntándole a eso”, comentó. El ganado lechero utiliza para la producción casi todos los nutrientes que consume, por lo cual es de vital importancia estar atentos a que la ingesta de alimento cubra todos los requerimientos nutricionales, no haya desbalances y no se incurra en la problemática de engrasamiento de ubre. (Lea: Anatomía de la ubre, asunto que le compete a los ganaderos)