La campylobacteriosis genital bovina (CGB) es una enfermedad de origen bacteriano que se caracteriza por infertilidad temporal, repetición de celos y ocasionales abortos. Conozca más detalles de esta enfermedad.
Esta patología es de distribución mundial y causa grandes pérdidas económicas en la industria bovina de carne y leche. Para hablar un poco de la academia de esta, se debe mencionar que el agente etiológico es el Campylobacter fetus subspvenerealis que eventualmente se encuentra en el tracto intestinal del bovino y puede provocar abortos esporádicos en los animales infectados como se menciona en la ficha técnica de esta enfermedad. (Lea: ¿Cómo se transmite la Campilobacteriosis genital bovina?)
En el portal Producción Animal se expone que la hembra se infecta durante el servicio, mediante el cual, el Campylobacterfetus es depositado en vagina en forma conjunta con el semen pudiendo quedar acantonado en el área cérvico – vaginal o colonizar útero provocando mortalidad embrionaria o aborto.
El mecanismo de acción de este agente infeccioso es a través de su acción espermicida y los cambios en la mucosa uterina para impedir el avance de la gestación. En el toro, esta bacteria se aloja en el prepucio, no presentando síntomas de la enfermedad, sino que actúa como diseminador de esta durante la monta.
Las vacas infectadas resultan protegidas transitoriamente contra esta enfermedad durante varios ciclos reproductivos, puede ser atribuible a que no sean detectados la totalidad de los animales enfermos, pues por fallas de diagnóstico, en las medidas de manejo, profilaxis o a la presencia de las hembras portadoras dentro del hato.
Estas hembras no siempre son detectadas y tienen importancia epidemiológica por estar persistentemente infectadas y ser transitorias de la enfermedad de un periodo reproductivo a otro pudiendo presentar fallas reproductivas o no, con presencia de la bacteria en el área cérvico – vaginal. (Lea: Conozca el ranking de las principales enfermedades reproductivas en bovinos)
Durante la infección en la hembra, la mucosa vaginal presenta una inflamación con destilación de exudados, en los que se puede demostrar la presencia de Campylobacter fetus durante los primeros nueve días. Este agente puede comprometer la fertilización y la implantación, así como ser origen de una mortalidad embrionaria.
En los machos, la enfermedad se transmite naturalmente a las vacas y novillas o viceversa, exclusivamente por contacto sexual. Existe la posibilidad de infectar accidentalmente a un reproductor con instrumental contaminado y puede transmitirse entre estos cuando están encerrados en pequeños espacios o por contacto con material del corral que ha sido ocupado anteriormente por un animal enfermo.
En las vacas y novillas la infección se da en el momento del estro por la monta de un toro portador o por el uso de semen o material contaminado. La transmisión entre hembras por contacto parece poco probable.
Esta enfermedad no produce ningún cambio en el comportamiento normal del reproductor ni modificaciones en su libido o en la capacidad fecundante de su semen. Al finalizar el servicio, debido a su mayor trabajo, los toros pueden mostrar cierto grado de agotamiento reflejado en una pérdida de estado y en las hembras se puede provocar alteraciones solo en el aparato reproductor y no se detectan perturbaciones en el resto del organismo.
Para control la aparición de esta infección se debe hacer uso de inseminación artificial con semen congelado certificado, que es una medida útil para prevenir la entrada y diseminación de la bacteria en un rebaño susceptible.
Al usar toros para monta dirigida o natural, se deberá realizar cultivo a partir de una muestra de lavado prepucial antes que el reproductor se incorpore al hato y al grupo de encaste. Además, se hace una realización de toma de muestras periódicas a machos y hembras del plantel, eliminando así los casos positivos.