Miguel Sánchez Flores, médico veterinario, expone en Gramse Ganadería Eficiente que, la pollinaza y la gallinaza se usa en la alimentación del ganado porque es una forma de bajo costo que le permite al ganadero brindar alternativas de fuente de proteína a los bovinos. (Lea en CONtexto ganadero: ¿Es conveniente el uso de la pollinaza como alimento?)
“Esto se da porque el estiércol de los pollos tiene cierto nitrógeno no proteico, que es la urea, que va a ayudar a que se formen más bacterias de cierto de tipo en el rumen del ganado, que crecen y se reproducen, y al final de cuentas mueren”, explica Sánchez Flores.
En este orden de ideas, simplemente se usa para abaratar costos, debido a que hoy en día producir un kilogramo de carne de cerdo/vacuno/pollo es muy caro debido a que los insumos y alimentos tienen un costo muy elevado, y al momento de vender los animales, estos costos están muy bajos.
De acuerdo con Sánchez Flores, esta alternativa de alimentación para los bovinos, a pesar que es más barata, no es la correcta ni ético porque “se le está dando de comer al ganado, estiércol de otros animales, olvidando que esa carne que estamos produciendo es para consumo humano”.
Esta es la razón por la que el experto dice que lo mejor es brindarles a los animales la nutrición y alimentación basado en pastos, suplementación y sales, es decir sus fuentes de proteínas aseguradas y validadas por los profesionales.
“Estos animales son herbívoros, por lo tanto, deben comer hiervas, pastos, granos. La gallinaza y la pollinaza no es ético y, además, podemos tener problemas muy serios con el uso de estos subproductos, pues, por ejemplo, en los años 80 surgió una enfermedad precisamente causada porque al ganado se le daba de comer harina de carne, que era de origen bovino”, describe Sánchez Flores.
Esto quiere decir que los bovinos que se procesaban no eran para consumo humano debido a que tenían alguna enfermedad o problemas con los antibióticos, por lo que surgió la idea de trabajarla para luego dársela de comer a los ganados.
“Es por esto que se presenta la enfermedad de la vaca loca, que fue basado en errores humanos, olvidando que los animales son herbívoros y no es ético ni lógico darles de comer la misma carne procedentes de los mismos bovinos”, detalla el profesional.
La utilización de la gallinaza y la pollinaza en la alimentación de los bovinos genera no solo problemas éticos, sino también enfermedades como la mencionada anteriormente, así como botulismo, tétano, etc.
Además, el experto agrega que “en la industria avícola se utiliza mucho el cobre, pues para las aves este se usa como coccidiostato para el control de la coccidia en estos animales. El cobre tiene una desventaja enfocada en que los bovinos son muy susceptibles a esta, llegando a intoxicarse de forma rápida con dosis más bajas que las aves, por lo que, si le damos de comer esta pollinaza o gallinaza a los semovientes con exceso de cobre, obviamente los vamos a intoxicar y se van a morir”. (Lea en CONtexto ganadero: Desmintiendo mitos sobre la gallinaza y pollinaza para bovinos)
En conclusión, por querer abaratar los costos, la implementación de pollinaza y gallinaza puede salir aún más costosa para el productor debido a que se puede quedar con el dinero que se ahorró, pero sin animales en su finca.
“Esto no deja de ser estiércol y poco ético porque esa carne de nuestros bovinos que estamos engordando u ordeñando, va a tener restos de estiércol. Si queremos producir carne o leche de calidad no podemos usar estos insumos en la alimentación de nuestro ganado, además que van a enfermarse con mucha facilidad”, finaliza Sánchez Flores.