Según la consultora Sprim y Asoporcicultores, la ingesta de este producto contribuye al fortalecimiento de los músculos y estimula el apetito.
La carne de cerdo de capa blanca, por su elevada densidad nutricional, es un alimento fundamental en las etapas de crecimiento y desarrollo de los niños, aseguró el ‘Dossier científico sobre carne de cerdo y productos cárnicos’, elaborado por la consultora Sprim.
De acuerdo con Jasbleidy Casadiego, nutricionista líder regional para Bogotá, de la Asociación Colombiana de Porcicultores, Asoporcicultores, la carne de cerdo de capa blanca son los cortes más magros como el solomito, el lomo y los pierna, que son los más recomendados, teniendo en cuenta el aporte de grasa no saturada de cada uno. (Lea: La carne, alimento vital en todas las etapas del ser humano)
Según indica el informe, la carne fresca de cerdo de capa blanca es un alimento que encaja perfectamente en el contexto de una alimentación infantil equilibrada para alcanzar un óptimo crecimiento y desarrollo por el aporte deproteína, así como de minerales y vitaminas.
A lo largo de todas las actividades diarias el organismo de los más pequeños sufre un desgaste de los diferentes tejidos óseo y muscular. Por eso, las proteínas de este producto intervienen en la formación de ellos, convirtiéndose en una pieza clave para el correcto desarrollo de los niños.
Las necesidades proteicas infantiles son muy elevadas por la continua síntesis y recambio proteico que ocurre en su organismo por lo que necesitan el aporte de alimentos con proteínas de alto valor biológico. (Lea: ¿Por qué es importante darle un buen trato a los cerdos?)
“A partir de los 6 meses se inicia la alimentación complementaria de los niños y además de otras carnes se puede incluir la de cerdo. Las ventajas que tiene el consumo de esta se ve en el momento del crecimiento de los menores. Adicionalmente este producto es rico en vitaminas de complejo B, que son las precursoras de la formación de tejidos importantes en la fase de desarrollo. Y tiene minerales como zinc, sodio y potasio, ideales para fomentar el apetito”, aseguró Casadiego.
Cabe destacar, además, que la carne de cerdo de capa blanca admite todo tipo de preparaciones culinarias con poca adición de sal y grasas, así como el acompañamiento de verduras, pasta, legumbres y frutos secos.
Esta proteína contiene piezas con grasa fácil de localizar para eliminarla en crudo. La pieza del lomo, por ejemplo, goza de un agradable sabor y textura y se consigue a precio competitivo y ajustado a todos los bolsillos. (Lea: Res, cerdo o pollo, usted elige la carne que quiere comer)
La ración infantil adecuada
Las recomendaciones de los expertos señalan que a los niños se les pueda dar 3 o 4 raciones de carne fresca a la semana, siendo la de cerdo una buena alternativa. Hay que tener en cuenta que el tamaño de la ración oscila de los 30 gramos de carne en infantes de un año, aumentando, según la edad del menor de edad, a los 150 gramos.
Para los niños, la carne de cerdo de capa blanca fresca, magra, a la plancha o asada es una alternativa pertinente y forma parte de los hábitos nutricionales que los padres pueden incorporar.