En el marco de la 136ª Expo Ganadera 2024, que se desarrolla en Palermo, Argentina, se llevó a cabo el Foro de Genética Bovina. Un evento que atrajo la atención de productores, público en general y técnicos debido a las diversas presentaciones sobre la ganadería argentina y su futuro.
Una de las exposiciones más destacadas fue la de Andrés Costamagna, director de la Sociedad Rural Argentina (SRA) y especialista en sustentabilidad. Costamagna, en su disertación, puso especial énfasis en el cambio climático y la ganadería, ofreciendo una perspectiva innovadora sobre el papel de las vacas en la mitigación del calentamiento global.
Las vacas y la captura de carbono
Una de las frases más destacadas de Costamagna es “las vacas enfrían el planeta”, una afirmación que desafía la percepción común de que la ganadería es intrínsecamente dañina para el medio ambiente. Según explicó, “con ganadería es posible tener sistemas productivos que remuevan carbono del aire y lo dejen fijado en algún lugar”, ya sea en el fruto de un árbol, un pastizal o el suelo, aumentando la materia orgánica del mismo. Esta capacidad de las vacas para contribuir a la captura de carbono sugiere que la ganadería podría ser una solución viable al cambio climático.
Costamagna también señaló que “esto no es nuevo. Se presentó en 2015, el mismo año que se firmó el Acuerdo de París, y lo presentó Francia. Pero después fue políticamente incorrecto usarlo, porque a nadie le convenía que los agricultores globales tuvieran un sistema que capture carbono.” Esta afirmación subraya un aspecto polémico de la industria: la resistencia a adoptar métodos de captura de carbono basados en la naturaleza.
Las razones de la industria para oponerse
La resistencia de la industria a aceptar la ganadería como una solución al cambio climático radica en intereses económicos y políticos. Según Costamagna, la promoción de tecnologías como pantallas solares, aerogeneradores y autos eléctricos ha sido prioritaria porque benefician a ciertos sectores industriales y países desarrollados. Estas “soluciones parciales no impiden el aumento de la temperatura global”.
Este enfoque en tecnologías más comerciales ha eclipsado la consideración de métodos naturales y sostenibles que podrían ser igualmente, si no más efectivos. La fotosíntesis, por ejemplo, es un proceso natural milenario y altamente eficiente que “está enfriando el planeta”. Según Costamagna, “lo que está calentando el planeta es la fotosíntesis vieja que quedó capturada y es petróleo y gas y la pusimos en la atmósfera.” En contraposición, promover sistemas productivos que aumenten la fotosíntesis moderna podría ser una estrategia clave para combatir el cambio climático.
A pesar de los beneficios potenciales de la ganadería en la captura de carbono, hay desafíos significativos para su implementación. “Los productores lo están empezando a entender, pero tiene que aparecer quién pague por esto. Si no aparece quién pague por esto, lograr esto va a ser muy difícil.” Los costos de implementación de proyectos de carbono son altos y los retornos de inversión son a largo plazo.
Según Costamagna, “los costos de implementación de un proyecto de carbono son bastante importantes, depende del registro que uno haga. Lleva mucho tiempo, recién a los tres años se puede empezar a cobrar, con lo cual es una inversión larga en el tiempo por los métodos tradicionales.”