En el estudio publicado en el Journal of Animal Science por Hartinger y otros se investigaron los factores que influyen en la severidad de SARA en vacas de primera lactancia, pues a pesar de los factores de riesgo comunes, como dietas ricas en almidón, se ha evidenciado recientemente que ña acidosis varía entre vacas.

El objetivo principal fue evaluar factores más allá de la alimentación rica en granos que afectan la severidad de SARA y explorar su impacto en el comportamiento, la salud y la fermentación en el rumen y el intestino grueso. (Lea en CONtexto ganadero: Así altera la acidosis el consumo del ganado bovino)

Se utilizaron 24 vacas holstein de primera lactancia con la misma dieta 3 semanas antes del parto hasta 10 semanas después del parto. Las vacas recibieron una dieta previa al parto (32 % de concentrado) y luego se trasladaron a un 60 % de concentrado dentro de una semana.

Descubrieron que algunas vacas tenían una SARA más fuerte y duradera que otras, mostrando una acidosis excepcionalmente más larga y severa en vacas designadas como de severidad alta en comparación con moderada y baja.

Al observar diferentes factores, encontraron que la duración de la alimentación antes del parto, la edad de la vaca al parir y cuánta comida sólida comían eran los principales factores que afectaban la gravedad de SARA en las vacas.

Además, notaron diferencias en la forma en que los microorganismos en el estómago de las vacas estaban trabajando, con proporciones más altas de propionato ruminal en vacas de severidad alta. (Lea en CONtexto ganadero: Conozca en qué consiste la acidosis metabólica en bovinos)

Aunque no vieron efectos notables en el comportamiento de las vacas, ni en los marcadores de inflamación en la sangre, encontraron que seguir alimentando a las vacas con muchas comidas ricas en granos después del parto afectaba negativamente el hígado.

En conclusión, las vacas de primera lactancia pueden tener problemas digestivos diferentes y sufrir de acidosis con diferencia de gravedad, incluso si comen lo mismo. Esto se debe a factores como cuánto tiempo comieron antes de dar a luz, su edad y cuánta comida sólida comen.

También notaron que seguir alimentando a las vacas con muchas comidas ricas en granos después del parto afecta su hígado. Para los ganaderos, esto destaca la importancia de monitorear cuidadosamente la alimentación y el manejo de las vacas jóvenes para asegurarse de que estén lo más saludables posible.

Los autores sugirieron realizar más investigaciones para validar estos hallazgos y comprender los mecanismos detrás de las diferencias en la función metabólica del microbioma ruminal, especialmente en términos de evaluar marcadores para varias severidades de SARA, así como para evaluar posibles efectos a largo plazo en la salud, rendimiento, fertilidad y longevidad de las vacas lecheras.