La iniciativa, de origen legislativo, fundamenta su exposición de méritos con fotos de casos que no se han presentado con empresarios colombianos. También califica esta actividad como “cruel” y desconoce el impacto económico que tiene en cientos de miles de familias ganaderas.
Que no hay suficiente regulación, que no se siguen estándares internacionales, que durante todo el trayecto los animales son tratados cruelmente, que no hay suficientes profesionales para atender a los bovinos y que son maltratados durante todo el proceso de transporte terrestre y luego marítimo.
Con estas falsedades e imprecisiones algunos integrantes del Congreso de la República, en alianza con animalistas y activistas, están promoviendo un proyecto de ley para que sea prohibido el comercio exterior de animales en pie en Colombia.
Es obvio que buscan generar indignación, desinformación e imponer su cultura en detrimento de una actividad totalmente legal que, por el contrario, pasa por todos los controles tanto del Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) como las Directrices para el Transporte de Animales por Vía Marítima emanadas de la Organización Internacional de Sanidad Animal (OIE).
El proyecto de ley, presentado el pasado 20 de julio por el representante a la Cámara Oswaldo Arcos Benavides (Cambio Radical), está plagado de falsedades que, incluso, no concuerdan con la realidad colombiana.
En 2019 este político intentó que la iniciativa fuera apoyada en la Cámara de Representantes, pero fue archivada por tránsito de legislatura. En esa oportunidad lo secundaron los integrantes de su bancada y ahora, de acuerdo con la Ley 5, en la actual legislatura sigue su peligroso tránsito.
Mentira 1: Colombia no cumple con los estándares de la OIE
Dos de las mentiras con que Arcos Benavides quiere lograr su propósito son que Colombia no sigue o no cumple las recomendaciones de la OIE y que en el país no hay una regulación estricta sobre este comercio.
Lo primero que hay que decir es que Colombia hace parte de la Organización Internacional de Sanidad Animal (OIE) y que este organismo multilateral publicó las Directrices para el Transporte de Animales por Vía Marítima que se aplican a bovinos, búfalos, cérvidos, camélidos, ovinos, caprinos, cerdos y équidos, entre otros.
Esta norma debe ser cumplida por todos los países que hacen parte de la OIE e incluye recomendaciones sobre el comportamiento de los animales, supresión de distracciones, planificación del viaje, preparación de animales para el viaje, control de enfermedades, diseño y mantenimiento del buque y del contenedor, duración del viaje, espacio disponible, posibilidad de observar a los animales durante el viaje, procedimientos de respuesta a situaciones de emergencia, periodo anterior al viaje, animales enfermos o lesionados y descarga y manutención después del viaje.
Mentira 2: en el PL insinúa que el ICA no ejerce control sanitario
La otra mentira del representante Oswaldo Arcos es que los protocolos del ICA son laxos o no tan rigurosos durante el proceso de exportación de bovinos en pie. Según la entidad, “para la exportación de bovinos en pie (reproducción, sacrificio, lidia) el exportador o persona interesada debe verificar de manera previa los requisitos sanitarios que puedan ser requeridos por el país importador”.
Cuando ya se cuente con los requisitos sanitarios acordados entre ambos países, el interesado deberá solicitar a la Dirección Técnica de Cuarentena del Instituto Colombiano Agropecuario ICA la autorización para la exportación de los bovinos con mínimo 40 días de anterioridad al embarque.
La solicitud de exportación debe indicar el puerto de salida, la cantidad de animales a exportar, nombre del buque y listado de los predios proveedores de los animales donde se realizarán las cuarentenas. Este listado debe ir como anexo a la solicitud de exportación y debe contener la siguiente información: nombre del predio, departamento, municipio, vereda, cantidad de animales a exportar y propietario.
El empresario debe anexar a la solicitud de exportación, las facturas por los servicios que prestará el ICA, de esta forma se empezará la cuarentena para la exportación, la cual tendrá una duración no inferior a treinta días anteriores al embarque. “Lo anterior para programar las visitas de verificación, realizar las respectivas pruebas de diagnóstico y verificar las vacunaciones y tratamientos establecidos en el protocolo de exportación, según corresponda”, indica la entidad.
También se solicita un Certificado Zoosanitario para exportación (CZE). Después, los camiones deben llegar al predio donde se encuentran los bovinos a exportar, lavados, desinfectados, con camas nuevas y deben reunir condiciones que no representen un riesgo para los animales durante el transporte de la finca al puerto de embarque.
De acuerdo con el ICA, “los bovinos ingresan al puerto marítimo autorizado con la siguiente documentación: Guía Sanitaria de Movilización Interna – GSMI y la Certificación Sanitaria Origen – CSO. Los camiones deben llegar al PAPF (puertos, aeropuertos y pasos de frontera) acompañados, con la guía de movilización que indique claramente la finca de procedencia y las placas del camión que transporta los animales al lugar de embarque”.
Más mentiras contra este comercio 100 % legal
Gran rechazo ha causado en el sector ganadero las frases estigmatizantes que utiliza el representante Arcos Benavides en su proyecto de ley, tanto en el articulado prohibitivo que propone como en la exposición de motivos.
Por ejemplo, en el párrafo bajo el título de Bienestar Animal expresa que esta es una “práctica extremadamente cruel con los animales, que vulnera todos y cada uno de los criterios de protección y bienestar animal”. Más adelante afirma que “el hacinamiento es la constante del cruel negocio” (literal D) y acompaña su falaz proyecto con fotos de casos que se han presentado en otros países, pero no en Colombia.
En el literal A pone en duda que durante el viaje haya presencia de médicos veterinarios y otros expertos para atender las necesidades de bienestar de los bovinos y, en el numeral 4 remata su insulsa exposición de motivos diciendo que la exportación de ganado en pie no es económicamente importante para Colombia.
Literalmente sostiene que “la exportación marítima de animales en pie no representa un ingreso vital, ni siquiera significativo, para la economía colombiana”. Qué poco sabe de ganadería el representante a la Cámara por el partido Cambio Radical.
Actualmente, Colombia le vende animales en pie a cuatro países: Irak, Egipto, Jordania y Líbano. A mayo de este año, a esas naciones se han llevado 93.882 cabezas de ganado que han representado cerca de 50 millones de dólares.
La venta de carne (a mayo de 2020) ha llegado a unos 10 países por USD 45 millones (12.554 toneladas). El proyecto de Ley lo que busca es impedir cualquier actividad económica ganadera que incluya el transporte bovino marítimo, afectando 132.000 familias que derivan sus ingresos de la actividad de ceba y 268.000 familias de la actividad de cría.
Además, poco más de 70 % del transporte de bovinos en el mundo se hace vía marítima. Dados los mercados que le compran a Colombia, no existe otra forma para transformarlos.