Manuel Gómez Vivas estuvo presente en este evento de carácter mundial, en el que participó en varios paneles donde expuso múltiples experiencias y conocimientos que ha recogido Fedegán para los ganaderos y, tal vez el más valioso, llevar a la ganadería al sitio que le corresponde como aliada para la protección del ambiente con reconocimiento mundial.
La ganadería sostenible es una estrategia trascendental y efectiva en la que trabaja la Federación Colombiana de Ganaderos hace más de 15 años. Ese fue el mensaje que los ganaderos colombianos le dejaron mundo en la COP 16.
Gómez, director de ganadería sostenible de Fedegán explicó con gran detalle que esta actividad tiene beneficios en la captura de carbono, el cuidado y manejo del agua, la salud del suelo y, por supuesto, en el aumento permanente de productividad de los pequeños productores, y os beneficios de la planificación participativa con enfoque de paisaje, entre otros temas.
Gómez destacó y dejó como lecciones estos 5 factores trascendentales por su alto impacto: áreas de conservación, el cuidado del recurso hídrico, las áreas de pastoreo con adopción de sistemas silvopastoriles, y el manejo adecuado de sabanales y herbazales.
Explicó que “la ganadería, la productividad, la biodiversidad y la responsabilidad social, han sido los pilares estratégicos de la sostenibilidad que implementa Fedegán en este renglón que le hace un representativo aporte a la economía con el 1,7 % del PIB de Colombia”.
Comprender la funcionalidad de los bienes y servicios ecosistémicos
El gremio invita a los ganaderos de Colombia, un país considerado el de mayor biodiversidad del mundo, desde los diferentes biomas como los bosques húmedos y secos del Caribe, las sábanas planas, disectadas e inundables de la Orinoquía, el bosque andino, entre otros, a continuar trabajando de la mano de la naturaleza con el compromiso de comprender esos beneficios que los ecosistemas proporcionan en los sistemas ganaderos:
1.Regulación del ciclo del agua: se obtiene con estrategias como los acueductos ganaderos, donde el agua va al ganado, y se protegen y conservan ríos y otras fuentes hídricas mejorando la infiltración y retención del líquido vital, lo cual, reduce la erosión y el riesgo de inundación.
2.Almacenamiento y captura de carbono: Este factor se logra con la adopción de prácticas de pastoreo rotacional y, a la vez, con el manejo adecuado de registros de aforo y cuantificación de la oferta forrajera. También a través de la cobertura de los suelos -con gramíneas, leguminosas, arbustos, árboles y palmas, que hacen parte de los sistemas silvopastoriles- y con el uso de dietas adecuadas en los bovinos.
Así se disminuyen las emisiones e incrementa la incorporación de carbono en la vegetación y el suelo, cuyo resultado es el de balances de neutralidad o positivos a la captura, considerado esencial para la mitigación y adaptación al cambio climático.
3.Cuidado y conservación de la biodiversidad: se consigue con la integración de vegetación nativa o las áreas de conservación y restauración con prácticas como la regeneración natural y, asimismo, con la protección de áreas que permitan la expresión de la naturaleza.
De esta manera se favorece la biodiversidad y se ofrecen los ambientes naturales para especies nativas de flora y fauna y refugio para aves migratorias.
Al mismo tiempo avanza la salud del suelo con la adición de conocimiento en prácticas adecuadas, rotación con ocupación, la disminución del tiempo de ocupación con mayor carga animal y tiempos de descanso adecuados para la recuperación, lo cual, genera incorporación de materia orgánica -por las excretas y orina-, disminuye la compactación y favorece la productividad.
4.Polinización y control de plagas y enfermedades: se hace con prácticas de diversificación de plantas, árboles y coberturas vegetales que favorecen la presencia de polinizadores como aves, mamíferos, abejas, murciélagos y otros insectos y especies predadoras de plagas.
Para el director de sostenibilidad de Fedegán, lo anterior, genera un balance natural de poblaciones y oferta forrajera que representa mayor productividad.
Como consecuencia se gesta la disminución de costos en tratamientos de enfermedades de los bovinos como el control de garrapatas y moscas.
5.Valor cultural y recreativo en los paisajes ganaderos: todo lo anterior promueve el turismo de naturaleza, pero en forma paralela, mejora y diversifica el ingreso y, a la vez, consolida la sensibilización de la sociedad en prácticas sostenibles.
“A manera de conclusión reitero la invitación a la sociedad a comprender los importantes avances de la ganadería sostenible en Colombia y que es presentada al mundo, en un país que requiere el incremento de la oferta a los consumos de carne, leche subproductos y coproductos para favorecer la seguridad alimentaria nacional y global”, enfatizó Gómez Vivas de Fedegán.