En este artículo usted podrá conocer los diversas alteraciones que ocurren en los pezones de las vacas. Entre los factores que afectan su salud están la interacción entre vacas, los sistemas de manejo, la interacción entre el personal y las vacas, prácticas de alimentación y condiciones ambientales.
Según el trabajo de Castro Pontón, factores relacionados con las máquinas de ordeño como el aumento del vacío, el nivel de vacío máximo y la compresión, junto con el uso inadecuado, predisponen a la aparición de alteraciones a nivel del pezón.
El color, la hinchazón en la base, cerca o en la punta del pezón y la apertura del orificio del pezón son cambios a corto plazo, mientras que la condición de la piel y el daño vascular corresponden a cambios a mediano plazo, agregó.
La oportuna valoración de pezones procura mantener la salud de la ubre y velar por el bienestar animal. A continuación los puntos que se deben valorar para minimizar los efectos negativos sobre los pezones. (Lea: Vacas con 6 pezones pueden perjudicar calidad de la leche)
Cambios físicos a corto plazo
Cambios en el color
El pezón en condiciones normales presenta una coloración rosada, y en el caso de una alteración (parcial o completa), se puede observar enrojecimiento. Se valoran pezones cortos o delgados después del ordeño, ya que podrían resultar más perjudicados. Los de color negro no se valoran.
Hinchazón en la base del pezón
Normalmente, debe existir ausencia de hinchazón o del anillo en la base del pezón. Aun así, se pueden observar cambios como una marca por contacto de la pezonera o marca de “liga”, o una hinchazón pronunciada (presencia de un anillo palpable y engrosado).
Hinchazón cerca o en la punta del pezón
Para evaluar este punto, no se deben tomar en cuenta las vacas con edema de parto. A la palpación, la punta del pezón debe ser suave y flexible en condiciones normales, y dura, firme o en forma de cuña bien marcada cuando se encuentra afectada.
Apertura del orificio del pezón
Después del ordeño, el orificio debe cerrarse lo más pronto posible, aunque en este punto se pueden evaluar dos circunstancias: el orificio cerrado o abierto (mayor a 2 mm de ancho o profundidad). (Lea: ¿Por qué se obstruyen los pezones en vacas y cómo se tratan?)
En el siguiente video encontrará la ilustración del experto Emili Calvet Capdevilla sobre alteraciones o lesiones en los pezones:
Cambios físicos a mediano plazo
Condición de la piel del pezón
Concentraciones inadecuadas de desinfectantes en los pezones contribuyen al surgimiento de problemas a nivel de su piel. En estado normal se puede apreciar una piel suave y saludable, pero si la piel es seca o con lesiones abiertas, es indicativo de alteraciones en la salud del pezón.
Daño vascular
La presencia de petequias o hemorragias es indicativa de daño vascular. Generalmente se da por una falla en las pulsaciones, alto vacío o un ordeño prolongado. Su incidencia disminuye en hatos con pezoneras estrechas, baja presión de ordeño o que utilizan retiradores automáticos.
Cambios físicos a largo plazo
Hiperqueratosis del orificio del pezón
Al incremento del tamaño del pliegue cutáneo que se encuentra en torno al orificio del pezón, se lo conoce como hiperqueratosis, que histológicamente, se lo define como la hiperplasia del estrato córneo de la piel.
Dicha alteración es causada debido al incremento de la producción de queratina, como mecanismo de compensación ante las fuerzas ejercidas por la máquina de ordeño. (Lea: Formas de ubres y pezones, claves para elegir vacas aptas para crianza)
Los factores que predisponen a esta condición son el extremo del pezón, altos niveles de producción, la etapa temprana de lactancia, la duración del ordeño, el manejo incorrecto de las máquinas de ordeño y la falta de buenas prácticas de ordeño.
Los cambios en el orificio del pezón son observables a las 2 a 8 semanas, en tres estadios, que abarcan:
- La presencia de un anillo suave o ligeramente rugoso.
- Un anillo rugoso con alguna hebra de queratina.
- Un anillo muy rugoso, con agujas de queratina mayores a 4mm de largo.
Esta patología puede afectar al 80 % del ganado. Las condiciones estacionales y ambientales (periodos más fríos), la genética de las vacas y los factores antes mencionados, influyen en la gravedad de la hiperqueratosis.