La crisis económica que afrontan algunos países ha llevado a buscar nuevas fuentes de sostenibilidad agropecuaria. Esto coloca a los restos forrajeros marinos como una alternativa nutricional que puede reducir costos y fortalecer la cadena productiva.
En España, la crisis económica que se vive desde 2009 ha desencadenado no solo un limitado poder adquisitivo en los consumidores, sino además un incremento progresivo en el valor de las materias primas que se utilizan actualmente para la industria y sector agropecuario. Un fenómeno que también se viene presentando en algunos países de América Latina.
Por esto, los esfuerzos de la comunidad científica, que además no son nuevos, tratan de aplicar el concepto de “sostenibilidad” en sectores de la producción y han recorriendo un camino en la búsqueda de alimentos que cuenten con cantidades aceptables no solo de minerales, energía y proteínas, sino también cierto grado de fibra digestiva. (Lea: Científicos en Palmira analizan alternativas rentables de nutrición animal)
Pero según el estudio “Plantas marinas como fuente forrajera en rumiantes”, publicado por un grupo de seis investigadores españoles de las Universidades de Murcia, Lugo y el Instituto de Ganadería de Montaña, una posible solución se puede encontrar en los restos forrajeros marinos recogidos en la costa y conocidos popularmente como “algas”.
“La situación actual exige tener en cuenta todas las opciones que estén a la mano y disponibles, por eso el interés por un recursos que no solo se ha convertido en generador de energías limpias, sino también como suplemento mineral para el ganado”, señala José Sotillo, docente de la facultad de veterinaria de la Universidad de Murcia.
Asimismo, para los expertos, estas algas pueden convertirse en nuevas fuentes de alimentación y también, en contra de la creencia popular que las considera material sucio, la realidad biológica muestra que son indicadores de salubridad de las zonas donde habitan.
La importancia del valor nutricional
Una reciente investigación de la Universidad de California, en EE.UU., publicada en 2009, señala que algunas especies de algas marinas tienen potencial como suplementos energéticos y minerales para el ganado, teniendo niveles moderados de energía y pocas o ninguna toxina. Los valores nutricionales para estas algas marinas se compararon también con los valores para otros alimentos del ganado vacuno y otros suplementos.
Pero existe una limitante para aseverar que las plantas marinas sean un factor nutricional importante para los bovinos es la carencia de carbohidratos, propia de dichas algas. “A estas carencias se les puede hacer frente con suplementos nutricionales”, dice la investigación de la Universidad de California. (Lea: Concentrado no reemplaza al pasto en nutrición bovina, según experto)
Todo lo anterior hace pensar que las algas marinas podrían convertirse en sustituto de las pajillas, en momentos en los cuales el acceso a la misma fuese difícil, por precio o por condiciones climáticas.