La mejor forma de preparar el suelo de un predio para una siembra es basándose en las 3 M’S. Si no tiene idea de qué se está hablando, CONtexto ganadero la explicará con detalle.
Elías Rivera Hernández, experto en tema de rocas y suelos, explica que del suelo depende toda la biodiversidad existente, por lo que clave está en el. “Un suelo pobre y enfermo va a producir plantas enfermas y con poca vitalidad, y las plantas enfermas van a generar una población enferma, por lo que clave con el suelo es poder crearle una estructura a fin que tenga las mejores condiciones”, menciona el profesional. (Lea: Conozca qué pasa con el suelo en los sistemas ganaderos)
Este acondicionamiento del suelo se puede llevar a cabo a través de las que él denomina como las 3 M’S que hacen referencia a la materia orgánica, microorganismos y minerales, siendo este el trinomio perfecto para que las siembras puedan desarrollarse de la mejor manera y con éxito.
En palabras de Rivera Hernández, “el suelo necesita más que una fórmula de 15-15-15, necesita todo un coctel de nutrientes porque es como una cuenta de ahorros en la que siempre estamos debitando, pero nunca acreditando, por lo que se queda sin recursos”.
Entonces, cada que se siembra y produce, el suelo sufre un desgaste, así que el productor necesita estar compensando regularmente el suelo, para que tenga vitalidad y no pierda su capacidad de producir alimentos sanos, mineralizados, que conserven el bienestar de los seres vivos.
“Además de nutrir es fundamental las buenas prácticas agrícolas por lo que no se debe usar veneno sobre el suelo, hay que abstenerse se usar agroquímicos que puedan perjudicar la vida en el suelo”, menciona Rivera Hernández.
Para el experto, se puede hacer una buena asociación de cultivos, rotación de praderas porque es conveniente permitirle al suelo periodos de descanso para que pueda recomponerse de su desgaste. (Lea: ¿Usted cree que el suelo es todo lo que ve? Le contamos como puede estar equivocado )
De acuerdo con Rivera Hernández, “la primera M es la materia orgánica que es toda aquella biomasa que es susceptible de ser transformada, para tornarse en nutrición para nuestro suelo. Este es el colchón sobre el cual se desarrolla la vida en el suelo”.
Se puede decir que la materia orgánica está compuesta por la madera, el pasto, las hojas, el rastrojo y todo aquel material vegetativo que puede ser transformado y que está disponible en las fincas para acondicionar el suelo.
Para Rivera Hernández, “la segunda M son los minerales, pues las plantas requieren para su desarrollo una amplia carga mineral, por ello es que es adecuado y conveniente aportar minerales suficientes al suelo, porque esto conllevará a que las plantas puedan desarrollarse de la mejor manera, estén robustas, bien nutridas y podamos obtener una producción mineralizada”.
Cuando las plantas tienen una alta carga mineral, hace que las plantas sean resistentes y fuertes contra el ataque de plagas y enfermedades. Por el contrario, la deficiencia de minerales genera que las plantas estén débiles y enfermedad, por lo que se presentan todo tipo de signos negativos y a una producción desmineralizada.
Entre los minerales que le aportan al suelo están “la harina de rocas, ceniza, fosfitos, arena de río. En estos hay una fuente abundante y robusta que pueden ser usados para mineralizar el suelo”, comenta Rivera Hernández. (Lea: Haga polvo las rocas de sus fincas y mejore sus suelos)
La tercera M es de microorganismos, es decir la micro biota del suelo, que son los agentes encargados de la transformación de la materia, por lo que solubilizan y transportan los minerales hasta la raíz de la planta. “El suelo puede estar rico en minerales, pero si no hay microorganismos no habrá disponibilidad de estos”, dice Rivera Hernández.