El poder consultar en línea en cualquier momento del día y desde el lugar en que se encuentre la situación de la finca ya no es un lujo sino una necesidad, así como poder llevar registros de los animales y realizar otra serie de actividades propias del negocio. (Lea: Los registros son el fundamento de una administración eficiente)
De hecho, otro de los legados de la pandemia ha sido la realización de subastas ganaderas virtuales, lo cual era impensable antes del aislamiento y que ahora ya se ve como una realidad que llegó para quedarse.
Esto forma parte de la administración de una finca ganadera la cual debe mirarse y manejarse como una empresa.
Cabe recordar que la administración es el proceso de organizar, planificar, dirigir y controlar el uso de los recursos y las actividades de trabajo con el propósito de lograr las metas de la organización de manera eficiente y sostenible.
El objetivo de toda administración es el mismo: generar utilidades a bajos costos, lo cual implica mayor productividad, que significa eficiencia y sostenibilidad. (Lea: Cómo administrar fincas ganaderas)
En primer término hay que "conocer la explotación"; esto significa disponer de la información necesaria que permita realizar un diagnóstico para que a partir de allí se tomen decisiones.
Según el gerente y fundador de Asesgán, Francisco José Góngora Gómez, los ganaderos deben preocuparse porque “sus explotaciones sean más rentables y eficientes, donde el personal sea capacitado constantemente, donde el ganado pueda expresar su potencial genético, los trabajadores se sientan parte vital de la empresa y sean reconocidos como tal”.
En tal sentido, señala que esa administración de fincas debe tener un componente administrativo, otro contable y financiero, y un tercero de personal calificado como veterinarios, zootecnistas y hasta agrónomos porque la finca debe ser integral, es decir, cubrir tanto la parte agrícola como pecuaria.
Esta empresa propone un modelo que busca empresarizar el campo colombiano, generar indicadores que les permita a los ganaderos tomar decisiones basados en datos concretos que ellos mismos pueden analizar. (Lea: Colombia tiene falencias en administración de fincas ganaderas)
Manifestó que todo ganadero debe tener un indicador que es el costo por animal/año, con el fin de poder determinar los que tienen que abandonar el hato y los que deben quedarse. “Se genera un modelo ideal de animal de acuerdo con cada explotación y con base en ello se toman decisiones como por ejemplo si lo más recomendable es monta directa o inseminación o transferencia de embriones. Cada finca es un mundo distinto y por eso el tratamiento es diferente”.
Agregó que “cuando las empresas se organizan y planifican a 10 o 15 años logran tener un panorama claro de para dónde van y qué es lo que deben hacer para alcanzarlo. Hay que enfocar bien las inversiones y saber cuál es el retorno esperado y cuándo”. (Lea: Aspectos que convierten a un ganadero en un gerente eficiente)
Aseguró que Colombia tiene muy buena genética y muy buenas razas pero el problema es el costo que hace inviable cualquier proceso genético para un productor. “Por ejemplo si se compra una vaca Gyr de 15 millones de pesos en leche nunca se va a retornar”.
Concluyó señalando que “la genética posibilita pero el manejo limita. Se puede tener el mejor animal con la mejor genética del mundo pero si le da un mal manejo no va a producir los litros de leche o los kilos de carne que puede”.