La resiembra de forrajes se hace después de evaluar las condiciones del suelo donde se ubica ganado bovino. La decisión no debe causar temor en los productores, si desean que sus reses reciban todos los nutrientes al consumir pastos.   La resiembra se hace cuando germina la semilla o se encuentra daño parcial o total del forraje que atraviesa por periodos extremos de sequía o invierno.   Cuando se siembra una semilla,y ha alcanzado el 60 % de su germinación, se hace resiembra como estrategia para tener forrajes densos, lo que no indica que haya deterioro en el pasto.   La segunda posibilidad de renovación es cuando el forraje se ha debilitado y ha perdido calidad nutricional. En este punto, el ganadero no está obligado a hacer una resiembra total en el predio.   “Se resiembra cuando un 50 o 60 % de la pradera está debilitada y daría la mitad de la producción”.   También se hace renovación de praderas cuando en algunos sitios del predio no germina la semilla o cuando se decide hacer trasplante del pasto. (Lea: División de potreros garantiza más calidad y cantidad de forrajes)   “Si no hubo germinación se debe volver a rastrillar y sembrar en todo, pero cuando germina en unas áreas y otras no, se resiembra con chuzo o máquina manual unipersonal en la parte que no creció pasto”.   El traslado de plantas se considera renovación y se realiza arrancando una de ellas donde se encuentra frondosa para luego sembrarla en un área donde no ha germinado especie alguna.   En Socorro, Santander, las ganaderías de la región se observa que el pasto se agota cuando se atraviesa por periodos extremos de sequía, lo que lleva al ganadero a hacer sobrepastoreo, lo que agota el forraje de raíz.   De igual manera, es común ver predios con forrajes y algunas partes “calvas”, es decir, zonas en las cuales no germina pasto por pisoteo o echada de rumiantes. Ahí es posible hacer resiembra.   Cualquiera que sea la decisión del ganadero al momento de renovar pastos, los profesionales del Fedegán recomiendan que tenga el aval de un ingeniero agrónomo, experto que podrá guiarlo.