Durante el pasado Congreso Nacional de Nutrición y Alimentación Bovina que se llevó a cabo en Medellín, uno de los expositores indicó la importancia de darle un manejo adecuado a la explotación y los pastos producidos, pues de eso depende el éxito de la explotación. El actual cambio climático ha demostrado que cuando hay un intenso verano es frecuente que se presente ausencia y escasez de pasturas. Ese hecho ha llevado a los ganaderos no solo a reducir su hato, sino a buscar fuentes de alimento distintas a los pastos, que en ocasiones son costosos y deben adquirirlos en otras zonas del país. (Lea: Planificación forrajera, herramienta al servicio del ganadero) Por esa razón y en el marco del Congreso Nacional de Nutrición y Alimentación Bovina que se celebró en días pasados en Medellín, Héctor Anzola Vásquez, PhD y docente investigador, hizo una presentación centrada en la importancia de planear el uso de forrajes, ya que los animales están hechos para comer pasto, por lo que es necesario tener clara su administración. A su juicio y para convencer a los asistentes, los indicadores productivos de un predio podrían duplicarse en la medida que en los predios se haga una adecuada planeación estratégica de los forrajes. Eso permitirá que la carga animal se doble y la ganancia de peso diaria sea mucho mayor. Agregó que la actual variabilidad climática ha conllevado a que haya deficiencia en las pasturas, lo que ha influido en que los pastos que ingieren los semovientes tengan carencias ocasionando bajos parámetros productivos, eficiencia baja y se afecte la competitividad. (Lea: Planeación forrajera, herramienta esencial para la nutrición bovina) “Ahí es que entra a trabajar la planeación, pues se deben diagnosticar déficits o excesos de la masa forrajera y determinar la calidad nutricional. Así se pueden hacer las enmiendas necesarias sobre el terreno, corregir errores para posteriormente aforar las praderas”, argumentó. Por esa razón es importante apostarle a la conservación de forrajes, ya que se pretende aprovechar los períodos de sobreproducción para almacenar los excedentes de pasto y poder utilizarlos en épocas críticas. Entre los principales métodos de conservación de forrajes se encuentran el ensilaje, el henolaje y la henificación. Ensilaje Anzola expuso que la base del ensilaje es la conservación de nutrientes del forraje por medio de la fermentación anaeróbica, la humedad del forraje debe ser del 65 al 70 %. Las principales ventajas de los ensilajes es que conservan el valor nutritivo y la palatabilidad de los forrajes durante su almacenamiento, se mantienen un mayor número de animales por unidad de área y mejora la digestibilidad de pastos maduros debido al proceso de fermentación. (Lea: Todo lo que debe saber del ensilaje para ganado bovino) Sus principales desventajas son su poca duración en comedero debido a la exposición al oxígeno, se requiere mucho personal y maquinaria para su elaboración y sus elevadas pérdidas cuando no se realiza de manera correcta. Henolaje De acuerdo con el docente, esta alternativa consiste en deshidratar el forraje hasta llevarlo a un 45 % de humedad en condiciones anaeróbicas. Para ello, se debe cortar el forraje, amontonarlo y voltearlo constantemente hasta conseguir el porcentaje de humedad deseado; luego se enfarda formando pacas de hasta 5 toneladas de peso. Entre las ventajas del henolaje están el que conserva gran cantidad de nutrientes del forraje, es palatable para el ganado y es de fácil comercialización. Sus desventajas son el costo más elevado en comparación de la henificación, ya que requiere de más maquinaria y mayor cantidad de forraje para su elaboración. (Lea: Dietas para vacas, a prueba de calentamiento global) Henificación Anzola explicó que este es un proceso en el cual se deshidratan forrajes de manera natural hasta bajar su humedad al 20 – 15 %, lo que permite su almacenamiento por largos periodos de tiempo. En esta temporada de excesos de calor ambiental, se podrían aprovechar para henificar. Si el proceso se hace de manera adecuada y rápida permite disminuir las pérdidas de nutrientes. Entre sus principales ventajas están el bajo costo para su elaboración, la buena aceptación por parte del ganado y su fácil comercialización; entre lo negativo se resalta el hecho de que está limitado por las condiciones climáticas Bloques nutricionales Son un suplemento alimenticio para el ganado bovino, que además pueden usarse también en el caprino y ovino. Se trata de una mezcla rica en proteínas, energía y minerales, generalmente, aunque pueden agregarse otros nutrientes como carbohidratos de alta solubilidad como la melaza. La presentación es un bloque de consistencia dura debido a un material cementante que se le agrega, para que los animales no puedan consumir grandes cantidades de este en un corto periodo de tiempo, ya que muchos de estos bloques contienen urea en su composición, y esta es una forma segura de administrarla sin correr el riesgo de intoxicar al animal, además facilita el transporte, el manejo y el almacenamiento. (Lea: Aprenda a usar residuos orgánicos para alimentar a sus animales) Estos bloques están diseñados y preparados para dar una buena alimentación a las bacterias del rumen, ya que si sus necesidades se satisfacen, va a existir una mejor degradación y digestión de la fibra así como mayor producción de proteína bacteriana, esto inducirá a que el consumo se incremente y el aprovechamiento de las pasturas por parte del rumiante sea mejor.