El colesterol y los ésteres de colesterol son lípidos importantes en la dieta y provienen de grasas y fosfolípidos de las plantas. Aprenda cómo estas sustancias son sintetizadas por el organismo de los vacunos y su relación con patologías en la producción de vacas lecheras.
Los lípidos en el plasma sanguíneo se asocian con proteínas formando complejos lipoproteicos que garantizan su transporte. Existen 4 diferentes tipos según su composición lipídica o proteica: quilomicrón, lipoproteína de muy baja densidad (VLDL), baja densidad (LDL) y alta densidad (HDL).
El colesterol forma la LDL con un tipo de proteína (apoliproteína B100) y la HDL con las proteínas Apo-A (I y II), Apo-C, Apo-D y Apo-E (las apoliproteínas son proteínas que contienen y transportan lípidos en la sangre). (Lea: ¿Cuál es el límite de suplementación en grasa para ganado bovino?)
En relación con las vacas productoras de leche, diversos estudios han encontrado que aquellas con bajos niveles de colesterol registran menor producción, problemas reproductivos y de salud, pues no alcanzan a cubrir sus demandas energéticas para su mantenimiento.
Los expertos Aranda, Brave y Casagrande anotaron que estos animales, cuyo hígado produce aproximadamente un 90 % de la glucosa, compensan el déficit energético en la ración movilizando las reservas almacenadas en el tejido lipídico.
Por eso, en la fase seca, las vacas requieren de una dieta altamente energética para ganar reservas y tener suficiente energía disponible después del parto, ocasionando la liberación de las grasas de reserva como glicerol y ácidos grasos libres.
Los animales con déficit de energía presentan una elevada concentración de lípidos en la sangre y leche, lo que constituye uno de los síntomas más destacados de las vacas lecheras en los comienzos de la lactancia. (Lea: La importancia de los lípidos en la dieta de los bovinos)
Los lípidos que se movilizan se acumulan en el hígado y producen en los animales lo que se conoce como síndrome de hígado graso, incidiendo en forma negativa en la salud y la productividad del animal, pues como se ha visto, en el transporte de los lípidos juegan un rol importante las lipoproteínas.
Un estudio de la Universidad de Zagreb encontró que las vacas con patologías como metritis, afecciones podales y problemas reproductivos presentan un porcentaje de grasa en leche superior así como una menor concentración de colesterol en sangre al de vacas sanas.
Citando a Scholz, los animales que presentaron una baja concentración de colesterol, pueden presentar una acumulación grasa en hígado de leve a severa. (Lea: Respuesta de la grasa sobrepasante sobre lípidos lácteos y eficiencia reproductiva en vacas lecheras en trópico alto)
En conclusión, es innegable la importancia del colesterol en el metabolismo energético y hormonal. Por su parte, los expertos sostuvieron que la mayoría de los problemas relacionados con el colesterol podrían corregirse con un adecuado manejo nutricional, teniendo en cuenta las exigencias del animal en cada estadio productivo.