El celo de la vaca se puede presentar en cualquier momento, incluso los fines de semana, por lo que es importante conocer cómo inseminar correctamente a una res. En Tuluá dictarán un curso para aprender a hacer este proceso. Los cupos son limitados. Andrés Sinisterra, profesional en Tuluá de Gestión de Proyectos Estratégicos del Fondo Nacional del Ganado, FNG, destacó la importancia de que tanto los ganaderos como trabajadores dominen esta práctica. “El objetivo es que en la finca exista más de un trabajador que insemine, que hayan 2 o inclusive 3 dependiendo del tamaño del predio, para que así no se pierdan los celos especialmente en los fines de semana, donde se presentan muchos y el único que sabe inseminar está de descanso”, sostuvo. Generalmente, la tarea de inseminar en programas de sincronización de hembras a término fijo o de establecer planes de mejoramiento genético con transferencia de embriones y fertilización in vitro está reservada a los veterinarios o a los trabajadores de la finca, pero no a los ganaderos. Por esta razón, lo que se busca es que haya más personas expertas en el tema para así aprovechar cada vez que una res entra en celo. (Lea: Programa de inseminación artificial alcanzó cobertura del 90 %) El profesional explicó el objetivo de mantener una persona que sepa inseminar en la finca
De acuerdo con Sinisterra, si en todo momento hay alguien en la finca que sepa inseminar, se aprovecharán los celos de las vacas que se dan en las noches o los fines de semana, evitando que haya más días abiertos y mejorando la productividad. Enseguida hizo una lista de los 3 signos para saber cuándo entra una vaca en celo: en primer lugar, cuando se vuelven más juguetonas o “chismosas”, como lo dice el mismo Sinisterra, es decir, cambian su temperamento y están más prestas a dejarse acariciar. En segundo lugar, es la presencia de flujo vaginal, síntoma de su preparación para ser inseminada. Y el tercer síntoma es aún mucho más evidente. (Lea: Claves para garantizar la preñez bovina con inseminación artificial) “El signo característico de una vaca en celo: permanecer quieta por más de 5 segundos mientras que otra vaca la monta”, aclaró. Curso para aprender todo sobre el tema La Cooperativa del Centro y Norte del Valle del Cauca, Cogancevalle, y el Tecnig@n de Tuluá han programado un nuevo curso de Inseminación Artificial en Bovinos, dirigido a los ganaderos, mayordomos, estudiantes y personas interesadas en el sector. En esta ocasión, el curso está dirigido a un grupo pequeño, debido a que el número de animales para practicar es reducido y a que los organizadores están convencidos de que se logra un mejor aprendizaje si el profesor puede dedicar más tiempo a cada estudiante. (Lea: "Mejor genética, mejores hatos": Fedegán) “Casi nunca se consigue un grupo de 20 animales, sino que son 3 o 4 o, como en nuestro caso, 6. Entonces, si llegan 12 personas, trabajan 2 por animal y luego se rotan. Esa es la razón por la que hacemos un grupo pequeño”, explicó Sinisterra. Según el profesional, el curso está dirigido principalmente a los pequeños y medianos productores, que tienen la necesidad de mejorar la genética sus explotaciones pero perciben la inseminación artificial como una práctica que está reservada a las grandes empresas. Por el contrario, el objetivo del curso es capacitar a todos los interesados con el fin de que, como aseguró Sinisterra, haya un personal más capacitado a la hora de realizar la técnica de inseminación rectovaginal, algo que consideró indispensable para el auge de la ganadería en la región. (Lea: Inseminación artificial gana terreno en Magdalena) El curso se desarrollará del 1 al 4 de julio en la Hacienda Santa Ana, en el corregimiento La Marina, Tuluá, y será orientado por el médico veterinario y zootecnista Pablo Felipe Echeverry, especialista en reproducción animal. Recuerde que el costo es de $280 mil para asociados y $380 mil para quienes no lo están. Para mayor información, pueden consultar la página web www.cogancevalle.co, comunicarse al celular 310 7866617 o dirigirse a las oficinas de Cogancevalle en Tuluá o Buga.