La hipocalcemia o fiebre de la leche es una enfermedad metabólica que se manifiesta principalmente en el momento del parto y que de no tratarse a tiempo puede acarrear hasta la muerte del animal.
En el momento en que las vacas van a dar cría, por el uso del calcio que demanda este proceso llegan a sufrir una deficiencia de ese mineral y no tienen un parto normal. Después que tienen su cría, tienen una sensación de cansancio al punto de caerse totalmente al suelo, explicó el ganadero.
Los niveles bajos de calcio en la sangre suelen manifestarse con falta de apetito, disminución de la temperatura corporal, inhibición de orina y excretas, movimientos torpes y, en el peor de los casos, perdiendo la capacidad de quedarse en pie por lo que adopta la posición de echada como la de un perro sobre el pecho, cuerpo y cabeza de lado.
De acuerdo con lo expuesto por Soche, en una nota del programa La Finca de Hoy, el tratamiento debe ser de forma inmediata a través del suministro de calcios inyectables que van directamente a la vena para que se supla esa deficiencia del mineral y la vaca pueda recuperarse. (Lea: Hipocalcemia, una enfermedad que afecta al ganado lechero)
Hay momentos en que al inyectar un pote de calcio la vaca se puede llegar a parar inmediatamente pero hay otros que no por lo que se debe esperar un tiempo razonable para aplicar una segunda dosis, indicó.
Cuando no se tiene la experticia para aplicar el calcio para que llegue directamente a la vena es mejor llamar al veterinario que es el profesional idóneo para realizar el procedimiento.
La hipocalcemia guarda también relación con la incapacidad de liberar insulina y el aumento de la glucosa en la sangre.
Las manifestaciones de la enfermedad empiezan técnicamente cuatro días antes del parto cuando el calcio en la sangre desciende para iniciar la producción de la leche. En un ordeño una vaca puede llegar a perder hasta 23 gramos de calcio. El estrés mismo del alumbramiento libera otras hormonas que reducen ese mismo mineral en la sangre.
Si no se realiza el tratamiento entre las 12 y 24 horas después de parir, la vaca puede llegar a morir al día siguiente o a los dos días, indicó el ganadero. No obstante, dijo, que hay casos en que la hipocalcemia se demora en manifestarse hasta el segundo o tercer día.
Por eso, indicó, es importante estar atento a los síntomas para realizar rápidamente el tratamiento y evitar la muerte ya que ello genera grandes pérdidas, tanto por el valor del animal como por la producción que iba a desarrollar en ese proceso de lactancia. (Lea: Conozca sobre la hipocalcemia en los bovinos)
Según los expertos, los bovinos van absorbiendo menos cantidad de calcio de la dieta en la medida en que van envejeciendo por lo que las vacas entre más viejas son más vulnerables.
“Para evitar esto lo que hacemos es suplir entre 12 y 24 horas antes, a través de calcios orales y lo mismo al momento del parto y posparto para que se supla esa deficiencia con la finalidad que al momento de llegar ese momento de la descarga de calcio no tenga esa deficiencia tan grande y pueda mantenerse”, manifestó Soche.
La vida productiva de las vacas que sufren hipocalcemia puede reducirse hasta tres años, por lo que una alimentación preventiva en el periodo cuando están secas debe tener componentes más altos en fósforo que en calcio para activar el metabolismo del segundo, controlar el magnesio, suministrar granos y sales aniónicas y suplementar con vitamina D.