La ganadería es vista por muchos como el ‘patito feo’ del medio ambiente, al culparla de gran parte de los daños que se dan en los bosques, las fuentes hídricas y la atmósfera.
Esa percepción se tiene en distintos lugares del mundo. Por eso, con el paso de los años se han creado proyectos innovadores para que la ganadería deje de ser la antagonista del cuento y pase a ser contribuyente del ecosistema sin necesidad de que desaparezca.
Este 5 de junio se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente y CONtexto ganadero muestra los avances que ha tenido la ganadería bovina como parte de su compromiso de ser amigable con la naturaleza.
Como punto de partida se encuentra el proyecto ‘Ganadería Colombiana Sostenible’ de la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán, que promulga la siembra de árboles en fincas productivas y alrededor de caudales.
La iniciativa está encaminada a hacer de la ganadería una práctica que beneficie al dueño de los rumiantes que tiene alimento forrajero de calidad para las reses, mientras los árboles oxigenan el medio ambiente y evitan deslizamientos de tierras en épocas de lluvias.
Andrés Zuluaga, coordinador de Ganadería Colombia Sostenible’, señaló que 2.500 fincas del país se han unido a la causa y forman parte del proyecto de los sistemas silvopastoriles. (Lea: Proyecto de Ganadería Colombiana Sostenible de Fedegán, resaltado en España)
El estiércol de las reses produce CO2 a la atmósfera, uno de los gases de efecto invernadero más peligrosos. Los adelantos en materia tecnológica e innovación muestran que se puede aprovechar para la producción de energía.
En España crearon calderas que transforman las heces de las reses en combustible que a su vez se emplea para encender calefacciones y aparatos electrónicos en hogares.
En Colombia se han utilizado biodigestores, según Zuluaga, para almacenar estiércol y de ella extraer el metano con el que se genera energía para encender aparatados en las fincas. La ganadería porcina la utiliza igualmente en Colombia.
Jorge Fernando Triana, docente de la facultad de ciencias agropecuarias de la Universidad de la Salle, indicó que el mundo no puede escapar del sector ganadero que genera carne y leche con alto contenido proteico para la humanidad.
Para él es más importante pensar en la forma de reducir los daños ambientales mientras se ejerce una práctica eficiente de producción.
Ante eso, dijo que la ganadería actual manejada con alimentación de calidad puede reducir la producción de gas metano en el rumen. Lo que reciba el animal, se verá reflejado en su estiércol.(Lea: Fabrican combustibel natural con estiércol de vaca)
El docente de la institución de educación superior manifestó que desde la academia se trabaja por la conservación del medio ambiente en la producción ganadera.
Es así como en el departamento del Meta adelantan un proyecto que consiste en estudiar las estaciones de sequía y lluvia para sincronizar los partos en ciertos periodos de año y así asegurar la adecuada oferta nutricional a los animales.
"Si se conoce la época de crecimiento de forrajes se podrán sincronizar las montas de los bovinos para asegurar una oferta de alimentos", mencionó Triana. Un proyecto similar adelanta Fedegán.
El proyecto de monta estacional contribuye con el medio ambiente porque el ganadero disminuye el gasto de agua y riego, al evitar verter el líquido en el suelo para que crezca pasto. Más bien, se aprovechan los momentos de abundancia de forrajes para alimentar los bovinosy de igual forma se convierte en la opción de hacer silos para tener comida de reserva en verano. (Lea. Ganaderos colombianos tendrán software para planear partos del hato)
El aprovechamiento de los subproductos de los vacunos es otra forma de ayudar al medio ambiente. Se reciclan las patas, piel y cuernos, materiales que se comercializan como artesanías o alfombras.
El docente de La Salle finalmente recalcó en la importancia de hacer más seguimiento y control para que se cumpla la legislación colombiana con respecto al manejo de los recurso disponibles en los sistemas ganaderos y de los recursos que allí se encuentran, puesto que las consecuencias del inadecuado manejo productivo “no solo lo pagan los ganaderos, sino la sociedad”.