Su misión es seguir con el mejoramiento genético a tal grado que el límite de precocidad sexual sea la preñez entre los 9 y los 12 meses. Recomienda que se debe utilizar el 30 % del material genético en cada año.Ha podido comprobar que el impacto en el negocio es la eficiencia.
Es necesario introducir la genética en la ganadería bovina para poder competir con otras carnes, y esto, porque las de pollo y cerdo se están comiendo nuestro almuerzo.
Así lo manifestó Gabriel Jaramillo, gerente de la hacienda San José y líder de la Cía de Meloramiento, proyecto de producción con el que produce hace varios años ganado bovino de raza Nelore bajo la modalidad de ciclo corto al estilo de los grandes productores de Brasil.
Mediante un Facebook Live realizado por Fedegán-FNG, Jaramillo –que pasó de ser dirigente banquero a ganadero– expresó su experiencia con dicho proyecto y relató cómo ha logrado innovar y reducir ostensiblemente el tiempo de producción animal. (Lea: Hacienda San José le apuesta en grande para producir carne en Colombia)
Dijo que mientras en los últimos 10 años se incrementó en 50 % el consumo percápita de pollo y en el mismo lapso, el de cerdo en 9,7 %, el de la carne de res está cayendo.
Los productores de pollo y de cerdo han logrado diferenciarse y le están proporcionando una oferta de valor al consumidor. “Es más rentable para la ama de casa el comprar pollo que cerdo”, sostuvo.
De acuerdo con el empresario, el proceso de producción del pollo se disminuyó de 120 a 30 días lo que deja ver una insólita ganancia en eficiencia. Igual pasó en la de cerdo que bajó de 360 a 120 días.
“Por su parte la carne tropical la seguimos produciendo con la misma lentitud que los hacían nuestros abuelos”, resaltó.
El Nelore de ciclo corto es la respuesta a la reducción del tiempo de producción bovina para tener un negocio rentable y competitivo.
Invertir en genética
Considera que hoy en día la tiene más fácil porque conoce el ADN del Nelore de ciclo corto y antes de nacer puede saber la calidad del animal.
Se mueve en su negocio basado en el big data y enfatizó que la inteligencia artificial permite la retroalimentación de datos y tomar decisiones con apenas uno o dos números.
Su recomendación es invertir en genética porque resulta más barato y efectivo que tratar de mejorar el medio ambiente de la finca. “Es más económico tener un ganado bueno para la finca que una finca buena para el ganado”, precisó.
Ha trabajado con expertos de gran trayectoria y engorda novillos F1 en solo 18 meses de edad a solo sal y pasto.
“Cuando se ve la curva de rentabilidad y la compra con una Brachiara Humidícola sin cal y sin fertilización, nos damos cuenta que la fertilidad está en la genética. Es más rentable trabajar en la genética”, replicó Jaramillo.
La presión de selección
El Nelore nuestro tiene que cumplir con todas las características raciales. Los animales son hechos para la producción para lo cual tiene evaluaciones fenotípicas.
En esa gestión la evaluación es realizada por terceros, por lo tanto, no hay pasión ni amor. Así sucede en 75 unidades productivas de Paraguay, Brasil, y Colombia que conforman la Cía de Meloramiento.
En ellas los animales son contemporáneos hasta los 14 meses y su producción es equivalente, incluso tienen la misma comida que sus compañeros. Sabemos cuál es la media de los mejores y de los peores.
En el mercado se habla mucho del Nelore arisco. Esa es la imagen que tiene este animal. Pero el Nelore de ciclo corto que produce Jaramillo, tiene un temperamento que busca la mansedumbre porque según su experiencia, esto mejora los costos de producción.
Así describe las características de ese animal. “La conformación, la caja, el largo y el ancho son imponentes en estos ganados. Es un animal más bajito, de pata corta y delgada, profundidad de carcasa y cobertura de pecho. Además, la musculatura y el largo de piernas le dan un score”.
Los índices
El mejoramiento genético no puede ser sobre una o dos variables. Los índices de selección son de gran trascendencia para esta actividad. Tiene el ICIAGen con el cual busca que una cría sea dos veces más potente genéticamente que la madre. (Lea: Los cinco factores del negocio ganadero, según Gabriel Jaramillo)
El ICIAGen es la suma de todas las mediciones genéticas y la genómica. Incluye el peso, tamaño del ombligo y la relación genómica del animal. Selecciona el bovino por su capacidad de transmitir.
Con sus bovinos Nelore de ciclo corto obtiene el Certificado de Superioridad Genética (Cesug), que otorga el ministerio de Agricultura de Brasil.
El índice de selección incluye aspectos fenotípicos y la relación con marcadores moleculares. También usa el índice de desmama.
Le da más importancia al ICIAGen por 3 razones fundamentales: no tiene influencia de la madre, logra partos más fáciles y reduce la mortalidad.
Progreso genético
De acuerdo con el ganadero, su rebaño está por encima del promedio nacional. Su objetivo es que el progreso genético se mueva cada año hacia una mejor producción.
Aconseja tener precisión con los datos de cada animal y dijo que tiene 5 informaciones diferentes sobre este aspecto. “Ponemos tatuajes en las orejas, colocamos orejera con chip y además, marcamos el animal”, recalcó.
Recomienda la variabilidad y el intervalo entre generaciones. Es de los que piensa que se deben usar toros y hembras jóvenes. Considera difícil graduar al toro como transmisor de genética, de ahí, que la experiencia le ha enseñado que se debe utilizar el 30 % del material genético en cada año.
“La genética de ciclo corto permite mejorar 5 veces lo que antes se hacia en 10 años con la tecnología de su momento”, señaló.
El impacto es la eficiencia
Jaramillo relató, en la videoconferencia organizada por Fedegán-FNG, que el ciclo corto no es una raza, es un concepto de la ganadería. Ha podido comprobar que el impacto en el negocio es la eficiencia. (Lea: Modelo de ciclo corto es más productivo y menos costoso)
Y lo comprobó con indicadores. Agregó que mientras el promedio de producción de bovinos se encuentra en 48 meses e incluso, las ganaderías sobresalientes logran sacarlos en 33 meses, el Nelore de ciclo corto sale entre 23 y 27 meses.
Actualmente la primera preñez se hace en 24 meses y el Nelore de ciclo corto lo logra en 14 meses.
Maneja varios niveles de producción de sus animales entre los cuales se encuentran: precoz, super precoz y plus.
Su misión es seguir con el mejoramiento genético a tal grado que el límite de precocidad sexual sea obtener la preñez entre los 9 y los 12 meses, esto es, triplicar el mejoramiento en materia productiva.
Jaramillo es un líder en la reducción del tiempo en los esquemas productivos ganaderos bovinos. “Comenzamos a ver esto en la carne bovina como sucedió en el pollo y en el cerdo”, concluyó.