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Foto: Engormix

Las lesiones cutáneas comienzan como pequeños tumores eruptivos que crecen rápidamente y se convierten en masas ulceradas de gran tamaño.

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Conozca la enfermedad cutánea equina que requiere atención y control

por: CONtexto ganadero- 31 de Diciembre 1969

La habronemiasis equina es una enfermedad cutánea causada por el parásito Habronema, que afecta a los caballos y se transmite a través de moscas domésticas y moscas de establos

Mario Alberto Escobar, zootecnista, explicó a CONtexto ganadero sobre el ciclo de vida del parásito que causa esta enfermedad, las manifestaciones clínicas y su impacto en los caballos. Además, el experto explicó sobre el diagnóstico, opciones de tratamiento y estrategias de prevención para mitigar la habronemosis equina y mantener la salud equina.


El ciclo de vida de la habronemiasis

La habronemiasis o habronemosis equina, una enfermedad cutánea causada por el parásito Habronema, ha generado preocupación en la comunidad equina debido a su impacto en la salud de los caballos. Según el especialista, para comprender mejor esta enfermedad y encontrar formas de controlarla, es esencial comprender el ciclo de vida del parásito y su relación con los vectores dípteros, como la mosca doméstica y la mosca de los establos.

“El ciclo de vida de Habronema es indirecto, está estrechamente ligado a los vectores dípteros. Los parásitos adultos viven en el intestino de los caballos y depositan sus huevos en las heces.”, explica que estos huevos se convierten en larvas que son consumidas por las larvas de las moscas. A medida que las larvas de la mosca se desarrollan, Habronema pasa por diferentes etapas y se convierte en una forma infectante que se encuentra en la cabeza y probóscide de la mosca. El caballo puede infectarse cuando la mosca se posa sobre él o cuando ingiere la mosca.


Características de la hembronemosis

La habronemosis equina se presenta en diferentes formas clínicas, pero la forma cutánea es la más común y problemática. Las lesiones cutáneas comienzan como pequeños tumores eruptivos que crecen rápidamente y se convierten en masas ulceradas de gran tamaño. Estas lesiones son granulomatosas, exofíticas y ulcerativas, y generan picazón intensa en los caballos. Además, estas heridas no cicatrizan y tienden a expandirse a medida que el parásito se alimenta del tejido circundante.

“El diagnóstico de la habronemosis equina se basa en la ubicación característica de las lesiones y la caracterización de las mismas.” Dice Escobar. Se pueden realizar análisis histológicos para confirmar la presencia de larvas de Habronema en el tejido afectado.

El tratamiento se centra en controlar la reacción de hipersensibilidad, promover la cicatrización y eliminar el parásito. Se utilizan antiparasitarios específicos, como lactonas macrocíclicas y benzimidazoles, para matar al parásito y corticosteroides para controlar la inflamación.

Para prevenir y controlar la habronemosis cutánea equina, “es necesario abordar varios aspectos. En primer lugar, es esencial disminuir la carga parasitaria mediante programas de desparasitación selectiva”, utilizando antiparasitarios efectivos y rotando los productos para evitar la resistencia. Además, el control de los vectores, como las moscas, es fundamental. Se deben implementar estrategias de control cultural, como la gestión adecuada de las heces y el control de las áreas de reproducción de las moscas.

Recoger y manejar adecuadamente las heces, mantener baja humedad y temperatura desfavorable para el desarrollo de las larvas, y dispersar el estiércol para desecar los huevos y larvas son medidas importantes que recomienda el zootecnista.