A Fernando Estellés le parece insólito e irreal encontrar anuncios publicitarios como el que dice “Una Hamburguesa de carne contamina más que tu coche” e incluso la considera un mito que se debe derribar pues la considera incierta.

La Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán, contactó a este científico español consultor del exitoso documental Goodbye Cows, quien a través del espacio Charlas Virtuales de este gremio cúpula, se refirió a la realidad sobre las falsas creencias en el sentido que la ganadería es la principal deforestadora y culpable del calentamiento global.

Estellés quien es miembro de “Remedia”, red de científicos de España que trabaja para tratar de identificar los impactos reales del sector agropecuario incluida la ganadería, enfatizó que la situación del planeta en materia ambiental es crítica y se debe mejorar. “Estamos viviendo a crédito, estamos consumiendo más de lo que necesitamos. Apenas a dos meses de arrancar el año 2024 países como Qatar y Luxemburgo, ya han consumido casi todos los recursos que les toca en todo el año”, advirtió.

Dijo que España y Colombia tienen situaciones muy distintas. Considera que es una cuestión relacionada con tres aspectos fundamentales de cada país: el poder adquisitivo, el gasto que tienen y el ritmo de vida que llevan. “Colombia está bastante mejor, pero es verdad que todos los países del mundo estamos consumiendo más de lo disponible”, agregó.

Le echan la culpa a la vaca

Parece que la culpa de todo este exceso de consumo y de sobre explotación de los recursos es de las vacas pues siempre salen en las fotos simulando que son las culpables.

Según Estellés “alguien realmente está poniéndose a atacar, hablando muy mal de la ganadería. En el momento de hacer el documental Goodbye Cows me pareció una cosa rara, pero esta situación ha venido creciendo en el tiempo muchas veces apoyados en la ciencia, lo cual no es real”.

Destacó que hay una corriente científica de las mejores revistas del mundo que dan a entender que los nuevos alimentos como la carne cultivada va a ser el futuro, que hay que eliminar la carne de la dieta diaria alimentaria y empezar a producir otro tipo de alimentos de insectos. Incluso que comiendo una quinta parte menos o 20 % menos de carne se reduciría la deforestación prácticamente a la mitad en el 2050 en el planeta. “algunos científicos hemos disentido y hemos dicho, esto parece que no es tan así”.

Se refirió a que se han dado titulares de prensa impactantes sobre el tema como son: “La ganadería se come dos tercios de las tierras de cultivo en Europa” o “Barcelona una grandísima ciudad se compromete a reducir el consumo de carne junto a otras 13 ciudades”.

Más insólito le pareció que un ministro de Estado promoviera ataques a la ganadería mundial. “Tuvimos un ministro de consumo en España que salió en unas comunicaciones diciendo que había que comer menos carne y lo hizo atacando mucho a la ganadería”.

Ingesta insuficiente

El científico español en su charla virtual y con más de 1300 personas conectadas en el YouTube de Fedegán, mencionó un informe de 2019 que se refiere de manera exagerada a que la población come demasiados productos de origen animal, carne roja especialmente.

Igualmente habla de otros productos vegetales, batata, yuca, etc., que también se consume en exceso, pero esto en particular no tuvo tanto ruido como el tema de la carne.

Se mostró sorprendido con la recomendación de generalizar en el mundo la estrategia de que una persona debería comer 50 gramos de proteína al día.

Sobre el tema este científico se detuvo a mostrar estadísticas de orden mundial para decir que esto no es real. “Al ver la ingesta alimenticia mundial se observa que casi todos los países comen más proteína de la que hace falta. La propuesta de los 50 gramos día, parte de un error y es que esa sería una dosis para una persona media adulta sin ningún tipo de problema de salud y que no hace deporte”, replicó.

Vemos que personas ancianas requieren comer más del doble de proteína de origen animal e igual sucede con las personas en crecimiento, como los niños, que necesitan comer tres veces más y también sucede con las mujeres embarazadas o las personas que tienen alguna enfermedad. “Dicha dieta no es verdad, los 50 gramos no sirven”.

Expresó que se habla de otra teoría y es que al dejar de comer proteína se come más grasa y alimentos energéticos o azucares y eso puede ser la causa de la obesidad en el mundo. “No podemos ser tan taxativos y esa recomendación no es clara”.

Calidad nutritiva

El científico también se refirió a un tema crucial y es la calidad nutritiva de los alimentos. “No es lo mismo un kilo de proteína de soya o de almendras que uno de proteína de origen animal. Esta última tiene índices de calidad mucho más altos y contiene todos los aminoácidos que le hacen falta al cuerpo humano. La de animal alimenta bastante más y aporta nutrientes esenciales como el ácido fólico, hierro y vitaminas de todo tipo que no aportan los vegetales”, reiteró Estellés.

Advirtió que en lo que respecta a la proteína de origen animal está científicamente comprobado que tiene más densidad nutritiva y si la quitamos de la dieta es peligroso para la salud y traería problemas alimentarios.

¿Comer carne nos va a matar?

El científico miembro de Remedia, la red de ciencia de España trajo a colación otro informe de 2019 que fue ampliamente resaltado por la prensa europea, el cual afirma que comer carne genera a sus consumidores enfermedades como el cáncer, afectaciones cardio vasculares y hasta diabetes. Pero en realidad lo que el informe dice es que se debe continuar comiendo la misma cantidad de carne y que las conclusiones a las que habían llegado, tenían muy poca certeza.

En personas humanas es complicado saber a qué se debe una enfermedad. Es difícil establecer relaciones claras entre el consumo de un alimento y causas de enfermedad.

“Hay otros estudios que indican que a mayor consumo de carne mayor es la esperanza de vida. De hecho, un día leí un artículo que decía que había más posibilidades de sufrir enfermedades mentales en la población vegana”, concluyó el experto.