Funcionarios de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca, CAR, realizaron visitas a varios predios en Cundinamarca para advertirles a los campesinos que no podían extraer agua de los ríos para regar sus plantas, pues de lo contrario serían multados. Carlos Cifuentes, productor de Cogua, recibió la visita de una funcionaria de la CAR a mediados de enero, que le advirtió que no se puede hacer riego en la zona, ni mucho menos retener el agua. “Yo le expliqué que yo necesito regar. Le dije que mirara que yo no la estoy reteniendo. Del agua que está bajando, yo meto la bomba, a lo que ella me replicó que eso estaba prohibido”, contó. (Lea: Decisión de CAR dejará sin sustento diario a más de 12 mil familias) Escuche aquí las palabras de Cifuentes
Cifuentes relató que la funcionaria le exigió el permiso para regar agua en cultivos. Él le contó que la finca que tiene está en arriendo y que el dueño le comentó que había tramitado el permiso. Sin embargo, el propietario falleció y él olvidó hacer esa diligencia. La funcionaria de la CAR le aseguró que lo buscaría en los archivos de la CAR pero nunca volvió a llamar al trabajador agrícola. (Lea: En Funza denuncian mal manejo de desechos por parte de la CAR) “Aquí todo el mundo está regando con miedo de que en cualquier momento lleguen a molestar”, declaró Cifuentes preocupado, y agregó que podrían ser multados por los funcionarios. La única alternativa a la cual puede apelar el productor es tramitar el permiso para extraer el agua. Aunque teme hacerlo porque tiene entendido que en ese caso pondrían un contador a la motobomba, por lo que empezarían a cobrarle un servicio que él no puede pagar. Cifuentes solía ser ganadero, hasta que le robaron 8 animales y tuvo que vender los 5 que le quedaban, por un valor muy inferior al que los compró. Por eso, decidió dedicarse al cultivo de ajo, cilantro, espinaca, lechuga y zanahoria. (Lea: Incremento de casos de abigeato preocupa a ganaderos en Zipaquirá) “Yo voy a regar, porque ¿qué más hago? Pues yo voy a regar. La señora de la CAR que vino me dijo: yo no puedo decir que no lo haga porque usted necesita los cultivos, pero eso está prohibido. Yo voy a seguirlo haciendo porque no me han vuelto a decir nada”, confesó. Por su parte, el ganadero Santiago Pinzón también recibió la visita de la CAR. A él fue otro de los que le advirtieron que no podía seguir regando a menos que se acercara a las oficinas de la Corporación a hacer los trámites. “Me dijeron que no podía regar por el verano. Hay que sacar la licencia, hacer la solicitud y llenar un formulario”, aseguró. (Lea: Reformar las CAR, compromiso olvidado por el presidente Santos) El productor pecuario contó que contaba con el permiso, que expiró y nunca renovó. Las razones para no hacerlo son más preocupantes aún que el hecho que no haya tramitado la licencia. “La verdad, le cuento que la quebrada se secó por el verano. No baja ni una gota de agua. No estamos regando porque no hay con qué. Tengo unas vaquitas de ordeño pero dan lástima”, añadió. Pinzón cuenta con un inventario de 50 cabezas que producían entre 700 y 800 litros de leche. Hoy en día solo dan 80 litros, porque ya no comen pasto suficiente ni de buena calidad. (Lea: Creación de clúster y comité lácteo, claves en ganaderías durante 2015) Esteban de Jesús García Camargo, profesional en Zipaquirá de Gestión Productiva y Salud Animal del Fondo Nacional del Ganado, FNG, ratificó que esta situación ha sido comentada por varios productores en la zona. “La CAR les está haciendo visitas a algunos ganaderos, a quienes les vienen prohibiendo que rieguen con las aguas de los ríos. Si se prohíbe, va a haber menos producción de cultivos de papá, de maíz y de pastos, y por consiguiente de leche”, declaró.