En la medida en que van evolucionando las técnicas de biotecnología se van aplicando en el sector ganaderosiendouna de las más modernas la vitrificación y congelación de embriones.
Así lo planteó el MVZ especialista en reproducción bovina Diego Armando Vega Borga, en una charla organizada por la Maestría en biotecnologia de la Universidad de Santander, donde hizo un recuento de las diferentes técnias como la inseminación artificial, la nseminación a tiempo fijo, el uso de semen sexado, la aspiración folicular, fertilización in vitro y transferencia de embriones, y la vitrificación y congelación de embriones.
Respecto a esta última señaló que la nueva técnica a la cual se le está apuntando es la congelación de embriones que permite un amplio aprovechamiento del potencial genético de los animales de élite de la empresa ganadera.
Esto permite la apertura de nuevos modelos de negocio para la ganadería como es el caso de venta de embriones congelados y de preñeces obtenidas a partir de la comercialización de los mismos. (Lea: Clonación, genómica y transgénicos, los nuevos retos en biotecnología reproductiva)
Para ello se debe contar con un banco de seguridad para soporte en sus programas de mejoramiento y para preservación de material genético de las donadoras de alto valor.
Además, se abre la puerta para importación y exportación de embriones cumpliendo todos los requisitos legales; implementación de programas de mejoramiento genético utilizando transferencia de embriones congelados en hembras bovinas no sincronizadas (celos naturales); e, implementación de programas de estación de monta con la utilización de embriones congelados más toro.
Respecto a la aspiración folicular, fertilización in vitro y transferencia de embriones, manifestó que con esto se busca el aprovechamiento del potencial biológico de animales superiores, que han sido evaluados por un mérito productivo y que amerita que sean reproducidos por esta técnica.
Una ternera cuando nace tiene 300.000 óvulos, aproximadamente, y durante toda su vida reproductiva solo aprovecha el 1% y en esos casos se aprovecha esta técnica. (Lea: Biotecnología arroja grandes resultados en la ganadería casanareña)
Entre las ventajas que ofrece está el aprovechamiento de hembras de alto valor genético; un mayor número de embriones por donante; producción de embriones de donantes prepuberes, seniles gestantes o en condiciones de subfertilidad adquirida; acortar el intervalo generacional; y, optimización de semen sexado.
Indicó que por cada jornada de extracción de óvulos se pueden llegar a obtener tres preñeces por donadora de embriones, lo cual significa que si se realiza una jornada de aspiración cada 20 días o cada mes por cada animal de estos se puede llegar a tener en dos meses seis crías lo cual equivale a lo que va a realizar en toda su vida productiva.
Esto permite acortar ese intervalo generacional porque al utilizar diferentes procesos se pueden llevar a cabo diversos tipos de apareamiento.
En cuanto a la inseminación artificial, señaló que es una técnica económicamente viable que consiste en la congelación de semen de toros que han sido probados y tienen un mérito genético a nivel de su descendencia.
Al momento en que se almacena este semen queda disponible para los ganaderos dependiendo del sistema productivo, bien sea producción lechera, cárnica o doble propósito. (Lea: Biotecnología reproductiva para el rescate genético de bovinos criollos)
Lo que se busca es que esas crías que se lleguen a obtener tengan buenos índices y con grandes ventajas productivas, que incluso sean mejores que sus padres
Infortunadamente esta técnica no se ha masificado como se quisiera y sólo el 15 % de la ganadería colombiana se está inseminando y por eso hay mucho por avanzar y muchas estrategias por incorporar de acuerdo con el profesional.
Frente a la inseminación artificial a tiempo fijo explicó que consiste en la manipulación hormonal que se le realiza de manera exógena a las vacas con el fin que todas entren en celo un mismo día para poder aplicar la inseminación artificial.
De esta manera se está optimizando el número de servicios en estos animales y si éstos se preñan más rápido más pronto se va a tener la producción de leche y crías y eso se ve reflejado en el retorno económico de la empresa ganadera.
Esta técnica permite programar días de trabajo para la inseminación y también va a permitir que se concentren los partos en un momento indicado y así se tienen lotes más homogéneos.
Con relación a semen sexado, es decir aquellas pajillas que vienen programadas con un sexo diferenciado, sea macho o hembra, en el caso del sistema lechero van a ser hembras y en el cárnico los machos se puede aumentar la población de hembras de remplazo que de una u otra manera van a ser una ganancia genética. (Lea: 5 importantes avances de la biotecnología)
Al tener un mayor número de hembras utilizando el semen sexado en programas de inseminación permite que de una u otra forma se aumente la bioseguridad de los hatos porque todos los animales que estén naciendo en esa ganadería se van a estar reservando y también se pueden aprovechar comercialmente.
Lo que está haciendo falta es una difusión apropiada de todas estas técnicas y una implementación en condiciones de campo favorables.
“Si se masifica cada una de estas técnicas se va a tener la posibilidad que cada vez existan más personas interesadas en desarrollarlas y eso se logra capacitando a todos los actores del sector productivo, haciendo transferencia de tecnología”, aseguró.