Los adelantos biotecnológicos proponen elevar los niveles productivos y reproductivos de una empresa ganadera, a partir de la Inseminación Artificial (IA) y la Inseminación Artificial a Tiempo Fijo (IATF), por medio del mejoramiento genético, haciendo rentable el negocio ganadero y mejorando la competitividad del sector.
El trabajo de Marizancén Silva, M. A., & Artunduaga Pimentel, L. (2017). Mejoramiento genético en bovinos a través de la inseminación artificial y la inseminación artificial a tiempo fijo. Revista De Investigación Agraria Y Ambiental, 8(2), 247 - 259. https://doi.org/10.22490/21456453.2050, señala que la IA y la IATF, tienen como diferencia el tiempo del proceso de la inseminación, la IA se maneja a celo detectado y la IATF debe tener en cuenta las horas de la aplicación de las hormonas para la inseminación en tiempos exactos; estos dos métodos se manejan con el uso de semen probado y comprobado de animales altamente productivos para carne y/o leche. (Lea: La biotecnología, un factor fundamental en la competitividad ganadera)
Según señalan las autoras, citando el trabajo Manual de Ganadería Doble, de C. González estimaciones propuestas con respecto a los días abiertos (DA), días vacíos (DV) e intervalo entre partos (IEP) para las ganaderías doble propósito (DP) y mestizas en los días de lactación (DEL), la meta ideal, práctica y rentable es obtener una cría al año, en vacas mestizas, la tasa de vacas preñadas con más de 150 DEL varía entre 26,4 y 37,8%, actualmente en las ganaderías se presentan dificultades para lograr estas metas.
El aumento en días de lactancia superior a 150 demuestra una baja eficiencia reproductiva para las empresas ganaderas que repercutirán en pérdidas económicas productivas.
González ha señalado en su estudio que “recomienda el servicio de los animales a partir de 60-75 días de lactancia, ya que antes de los 60 se considera un riesgo para la fertilidad, si 60 % de la preñez ocurre entre 60 y 150 días, eso significa que el 40 % tiene días vacíos mayor a 150 días de lactancia y lactaciones más largas. Un animal inseminado después de 120 días posparto mantendrá intervalo entre partos, días de lactancia y lactaciones prolongadas lo que disminuye la rentabilidad”.
De acuerdo con las autoras, a nivel administrativo de la empresa ganadera se busca reducir los días vacíos, se considera que vacas vacías mayor a 120 días en razas lecheras representan pérdidas económicas que están alrededor de $15 mil (en el año 2017), mientras que en ganado de carne están alrededor de los 5 o 7 mil pesos por día (en el año 2017), si se hace la conversión en animales de mayor producción y con más días vacíos, la rentabilidad de la ganadería disminuye y producen pérdidas para el productor. (Lea: Factores a tener en cuenta para seleccionar una vaca de producción lechera)
El manejo de la IA y la implementación de programas de IATF es una alternativa económicamente viable, la cual produce retornos económicos, basados fundamentalmente en la diferencias de kilogramos obtenidos al destete y control en los intervalos entre partos.
Esta diferencia ocurre básicamente por la incorporación del mejoramiento genético a nivel productivo y reproductivo, brindando rentabilidad en la empresa ganadera, con mejores producciones en cuanto a su calidad y cantidad (leche) y menos tiempo (carne).
En un estudio realizado por Cutaia, L., Veneranda, G. & Bó, G., donde se mide la ganancia de peso de terneros con IATF y se compara con los manejados a partir de monta natural, se evidencia el valor genético con relación a la ganancia de peso ya que en el caso de los machos al destete la diferencia es de 36 kilos y a los 205 días es de 16,5 kilos. En cuanto a las hembras las diferencias son de 33,2 y 10,9 kilos, respectivamente.
El trabajo demuestra que “es posible mejorar los índices productivos en una ganadera de cría aplicando un programa de IATF al comienzo del servicio”. (Lea: ¿Sabe usted cuáles son los aspectos que garantizan éxito reproductivo en sus vacas?)
Con estos datos se resalta la ventaja del mejoramiento genético desde el inicio del desarrollo productivo del ganado bovino en cuanto a ganancia de peso y producción de carne, lo cual repercute en tiempo y calidad según las características del semen de elección para el manejo en la empresa ganadera.
Algunos de los costos en que se incurre para los trabajos de Inseminación Artificial e Inseminación Artificial a Tiempo Fijo son:
Vitaminas y minerales como coadyuvantes reproductivos: en algunas vacas para la IA tradicional se recomienda aplicar vitaminas con el fin de que los ovarios tengan una mejor actividad cíclica y así lograr que las vacas entren en celo más rápido. Basado en las deficiencias minerales y de vitaminas dentro de la alimentación.
Pajillas: en el mercado se pueden encontrar variaciones según la calidad, y puede ser semen importado y semen sexado. (Lea: Recomendaciones y ventajas de implementar IATF)
Sincronización: el costo varía según el protocolo de elección por el profesional, de acuerdo a las condiciones de cada animal y manejo de la empresa ganadera.
Mano de obra: La mano de obra del inseminador por cada inseminada varía.
Aclaran las autoras que estos costos no son exactos, ya que en el programa de IA-IATF se encuentran variaciones debido a las condiciones y estado de los animales, manejo del semen en su aplicación, condiciones ambientales y sanitarias, selección de protocolos, entre otras.
La elección del protocolo depende de las condiciones de los animales, presupuesto de inversión y criterio del profesional que aplique y maneje la IA-IATF.
El riesgo en aplicar y manejar la IA tradicional en vacas cíclicas, depende de la detección del celo y calcular el tiempo exacto para inseminar, por lo cual se ha expresado en muchas experiencias que la probabilidad de preñez es baja.
Fallar en la primera IA acarrea aumentar los días abiertos o días vacíos incrementando así el intervalo entre parto y repercutiendo en pérdidas para el productor. Analizando el contexto de la empresa ganadera es más rentable el manejo de la IATF para el mejoramiento genético y mantener buenos parámetros productivos y reproductivos.
La inversión de la IA garantiza en el tiempo mejorar genéticamente la ganadería, por medio de los cruzamientos entre animales comerciales a partir de la aplicación y el manejo de las biotecnologías, determinando los porcentajes raciales de Bos taurus y Bos indicus, para la selección del semen probado y comprobado hacia una genética productiva racialmente, directamente para cada sistema de producción ya sea de carne, leche y/o cría.