Dicha altura es necesaria porque le resuelve al bovino el problema que le ocasiona la ausencia de sus dientes superiores, pero tiene la ventaja de recolectar 10 veces más cantidad de forraje, y por tanto, se alimentará mejor. La lengua es el principal órgano utilizado por el bovino en la cosecha de forraje, con ella el bovino envuelve el pasto y lo coloca dentro de la boca, lo presiona con los incisivos inferiores contra el paladar duro y roto lo cual se observa porque mueve la cabeza hacia adelante. Así lo considera Jorge Humberto García, ganadero y experto en nutrición animal quien igualmente es Premio Nacional de la Ganadería - Categoría Ceba- Fedegán. Según el experto, “debido a que los animales no tienen dientes superiores, no es aconsejable ponerlos a comer pasturas cuya altura sea inferior a los 2 cm de altura, como es costumbre en innumerables modelos productivos”. Es importante que su altura sea entre 20 y 30 centímetros, pues de esta manera, y con una buena densidad, el tamaño del bocado es mayor y por consiguiente el número de trozos por minuto del animal es menor e igual sucede con el tiempo de pastoreo. Permite que el animal recolecte 10 veces más cantidad de forraje que el obtenido en pasturas ofrecidas a una altura baja. (Lea: Consumo de forraje: mida y ajuste la carga) En términos más sencillos esto contribuye a mejorar la tasa de bocados en el ganado bovino. Para García, “la situación ideal es aquella en la que un animal es capaz de ingerir la máxima cantidad de pasto posible, con la mejor calidad y menor selectividad posible”. Esto debe complementarse con agua a disposición y abundante y sombra para descansar entre los pastoreos. (Lea: Disposición de los árboles de sombra para la ganadería) Tiempos de pastoreo De acuerdo con el ganadero, “es importante que los animales tengan a disposición las pasturas a alturas adecuadas, para que haya un consumo y proceso de alimentación más eficiente”. La ingestión de las pasturas está en función del tamaño del bocado y del número de ellos por minuto, mejorando así, los tiempos totales de pastoreo. (Lea: La respiración del suelo y crecimiento vegetal) Ofrecer el pasto a la altura de 20 o 30 centímetros permite al bovino reducir sustancialmente el número de bocados, para recolectar las cantidades de forraje necesarias por animal. “Algo de mayor relevancia es que el animal gasta menos energía, y por lo tanto, obtiene mejor rendimiento”, recalcó García.