Los cultivos hidropónicos no requieren del suelo para cultivar. Es un sistema un poco más avanzado a nivel tecnológico y más complejo que la hidroponía.

Así lo hizo saber Germán David Sánchez León, investigador máster de la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria (Agrosavia), quien manifestó que según sus conocimientos, experiencia e investigaciones, hasta el momento solo se hace con cultivos de plátanos y algunas hortalizas.

En el sistema de aeroponía, que es un sistema sin suelo, existen unos modelos en el que sobre un icopor se perfora y se colocan las plantas que vienen de laboratorio ya endurecidas y la raíz queda en el aire, indicó el profesional. (Lea: Forraje verde hidropónico, una alternativa para conservar comida en épocas críticas) 

Proceso

Este se empieza con un material inicial, con plantas madres de donde se sacan esquejes o fragmentos con fines reproductivos, finalmente se llevan a una multiplicación in vitro.

Seguido a esto se retiran unas plántulas que se pasan a una casa malla y entrar a una etapa de endurecimiento y de ahí se producen mini tubérculos o semilla pre básica en papa, cuando estos salen, pasan a campo y allí tendrán otros ciclos.

Uno de estos es que se siembran los tubérculos y se obtiene semilla básica, se deja brotar y se siembra. La otra etapa se obtiene lo que se llamada semilla registrada, categoría registrada.

Otro es en el que finalmente se logran las semillas certificadas, las cuales son de alta calidad y vendidas a los agricultores, comentó Sánchez.

Los nutrientes se agregan mediante aspersión continua

“Cuando las plantas están pequeñas, se aplica agua mediante nebulizadores en la cual van los nutrientes. El riego se deja durante 15 minutos y se suspende por 45 minutos; así durante todo el día. En las noches solo se realizan 2 o 3 riegos”, explicó Sánchez.

De acuerdo con el experto, las frecuencias de los riegos van disminuyendo en la medida que las plantas van creciendo. “Lo que se hace es suministrarle todos los nutrientes que requiere en el riego. Esa es la misma fertilización que se adelanta en campo, solo que con este método se suministran nutrientes solubles en agua”, agregó.

Según Sánchez, la fertilización se hace todos los días y debe existir fluido de luz, sino hay, se necesita de una planta eléctrica para poder suministrar lo que la planta requiere.

“Cuando las plantas están pequeñitas y no se aplica el riego durante medio día, se pueden morir. Toca estar alerta. A medida que están creciendo el riesgo de perderlas es más bajito”, enfatizó.

La ventaja de esta técnica, es que se pueden realizar cosechas cada 15 días, se puede elegir el tamaño de la semilla a cosechar y por ende los rendimientos son más altos. Con el sistema de sustrato se obtienen 5 o 15 tubérculos por planta, con la aeroponía se pueden cosechar hasta 100, dependiendo de la variedad.

Control sanitario exigente

Con el cumplimiento del control sanitario exigido, se logra obtener semillas de muy buena calidad física, genética, sanitaria, etc. (Lea: Papas nativas: tradición, sabores y saberes)

• Casa de malla aislada.

• Medidas de bioseguridad, no cualquier persona puede ingresar.

• Desinfección de zapatos o botas de quien entra.

• Puertas cerradas.

• Acceso restringido para personas que hayan estado en algún cultivo de papa.

“La producción de estas semillas es realizada con la supervisión del Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), se inscriben lotes ante la entidad, la cual se encarga de hacer pruebas para determinar que no hay virus y observación de los mini tubérculos con el fin de revisar que cumpla absolutamente con toda la norma”, dijo Sánchez,

Con el fin de poder vender las semillas, el ICA registra las semillas, concluyó Sánchez.