Hoy me levanto como todos los días dando gracias a Dios y pensando en los múltiples procesos que pasamos como ganaderos a través de los años. Llegué a la región Caribe colombiana en el año 84 y conocí en ese momento grandes cantidades de cultivo de algodón, donde en esa época ya se observaba cómo se deterioraban los suelos con maquinaria e implementos agrícolas, herbicidas, insecticidas, abonos químicos, que debo reconocer produjeron para algunos buenos dividendos, para otros no tan buenos y para otros ruina y quiebra, pero para todos destrucción a largo plazo de sus suelos, que hoy después de muchos años de no cultivar, aún vivimos sus efectos negativos.
También conocí para esta misma época fincas ganaderas con praderas bien establecidas y que arrojaban buenos resultados por lo observado en sus propietarios, que vivían en los pueblos y ciudades en buenas casas, educaban a sus hijos en buenos colegios y universidades privadas y ahorraban para continuar comprando más tierras. Pero este comportamiento a través de los años fue cambiando, ya que las fincas ganaderas ya no producían lo de antes, las praderas perennes rústicas han ido desapareciendo, los ganados cambiaron su genética y las producciones y rentabilidades han descendido a cifras que se tornan insostenibles. La pregunta sería qué ha pasado, y la respuesta casi siempre es justificando o más bien culpando a factores externos como el cambio climático, las malas políticas crediticias de los gobiernos, los TLC, lo otro o aquello, etc., pero poco o nada nos miramos internamente y nos autoanalizamos, qué tanto de todo esto es nuestra responsabilidad en forma directa.
Hoy nuevamente me levanto cuestionándome y preguntándome, cómo puedo mejorar mi vida ganadera, cómo conocer más ganaderos y personas del agro que me ayuden a mejorar, cómo analizo mis equivocaciones y las convierto en fortalezas para mejorar, cómo implemento los conocimientos adquiridos para mejorar, cómo me capacito más y más. Nací en una pequeña finca cafetera y ganadera en las montañas en el interior del país, con cultura tradicionalista, cultura ganadera que continué con los aprendizajes de las observaciones realizadas en las ganaderías de la región caribe. Hace 26 años, tomamos con mi señora la decisión de endeudarnos para comprar 60 hectáreas de tierra en el municipio de Codazzi, departamento del Cesar, para desarrollar la actividad con ganado bovino que siempre fue mi pasión. Adquirimos un terreno, que durante muchos años había sido cultivado en algodón.
Como ganadero tradicionalista, inicié mis planes de acción en forma inmediata:
1) Los primeros 6 meses invertimos en 1 casa de 1 habitación y 1 baño, dividimos las 60 hectáreas en 12 potreros con alambre de púa y postes de trupillo cada 5 metros y lata de palma de corozo cada 1,5 mt para ayudar a sostener el alambre, 1 corral de 20 x 20 mt con alambre de púa e ingresé 60 novillas de vientre preñadas que nos prestó un angelito ganadero que me las ofreció al partir. Como no contábamos con agua de bebida para los animales, los llevábamos a beber a la finca vecina todos los días.
2) Un año después de la compra, para solucionar la falta de agua, construimos un pozo artesano de 7,5 m y 2 bebederos circulares en concreto. (Lea en CONtexto ganadero: Contratos al partir, una forma de invertir sus animales para obtener utilidades)
3) Dos años después, el inventario de ganado había crecido a 130 animales, pero ya se habían presentado los efectos de dos sequías vividas, es acá donde inicio mis primeros cambios de ganadería tradicional. Revisando mis estudios encuentro el sistema PRV (pastoreo racional Voisin) y decidimos abandonar la cercas de púa y realizar con cerca eléctrica 36 divisiones de 1,5 ha para las vacas y 12 divisiones de 0,5 ha para los terneros, 1 hidrosilo de 8 m de altura y 17.000 litros de capacidad y un sistema de acueducto que nos garantizara el suministro de agua a todos los potreros; aunque esto fue un gran avance, no fue suficiente para enfrentar la escasez de forraje en las sequías, pero me enseñó que me había equivocado en el diseño e implementación del PRV, al no tener en cuenta factores importantes como # de divisiones, tiempos de recuperación de los pastos a través del año, tiempos de pastoreo, cargas variables, número de lotes que se manejan, y como resultado se continuaban presentando los problemas de falta de forraje en las épocas de sequía.
4) Para este momento la carga animal ya sumaba los 170 animales y para intentar resolver esta falta de forraje en épocas de sequía, decidimos implementar un programa de conservación de forrajes en forma de heno y ensilaje elaborados en la misma finca, los que ejecutamos por más de 15 años, lo que mejoró en gran parte este problema. Pero año tras año los resultados económicos no eran los esperados, aunque se observaba una finca bonita, con abundantes praderas en época de lluvia, pero con bajos rendimientos productivos y económicos y muy baja rentabilidad, los costos de producción estaban consumiendo una gran parte del producido (mano de obra, demasiado gasto en insumos como herbicidas, fungicidas, costos de elaboración de heno y ensilaje, compras de concentrados, mantenimiento de equipos y maquinaria, combustibles, etc.), pero al final el orgullo de tener una finca bonita pesaba más que mi bolsillo vacío.
5) 18 años después de este proceso (año 2015), iniciamos escuchando con mente abierta lo que decían verdaderos ganaderos investigadores más por lo que observaban y analizaban, que por métodos científicos, personajes como Allan Savory y Johann Zietsman y por el mismo tiempo discípulos de los anteriores hoy reconocidos exponentes de la ganadería regenerativa (GR) colombianos y latinoamericanos como Disney Baquero, Pedro Gómez, Rodrigo Gaviria, John Vargas, Román Jiménez, Daniel Suárez, Jaime Elizondo, Polo Viteri y muchos otros, que muestran con hechos que debemos manejar la ganadería en forma holística, es decir teniendo en cuenta todo, trabajando de la mano con la naturaleza, no en contra de ella, proceso basado en tres pilares: económico, social y ambiental, orientado este proceso para lograr mejorar el suelo, base primordial de sustento de las plantas y los animales.
6) Iniciamos conjuntamente con mi señora este aprendizaje hace 8 años, escuchando ganaderos que ya trabajaban con GR que se estaban desarrollando en Colombia y en Latinoamérica y observando fincas en Colombia con este mismo proceso, tomando la decisión de llevarlo a nuestra finca en Codazzi (Cesar). (Lea en CONtexto ganadero: ¡Buenas noticias! Estudio revela que la ganadería regenerativa no solo ofrece beneficios ambientales sino económicos)
7) Hoy después de 8 años, tenemos la misma finca de 60 hectáreas, quizás para algunos dejó de ser bonita y aparenta algo de abandono, ya que no se observan los potreros verdes de solo pastos, hoy se encuentran praderas con pastos, arvenses y buen número de árboles. Se disminuyeron los costos no usando más maquinaria ni implementos agrícolas, no gastando en su mantenimiento, no utilizando combustibles, no aplicando herbicidas ni insecticidas, no aplicando ivermectinas, no aplicando abonos químicos, pero si siendo estratégicos en un buena planificación de pastoreo, con buena selección natural de los animales donde se selecciona por biotipo que se comporte bien en el medio donde estamos y no por raza, no trabajamos con sistemas artificiales de grandes costos, pero si trabajamos con mucha humildad, disciplina, compromiso, persistencia, amor y pasión. Esto nos ha arrojado resultados bien llamativos como incremento de la capacidad de carga, en lluvias, más de 300 animales (2,7 UGG/ha) y en sequía, 240 a 250 animales (2,2 UGG/ha), mayores producciones de leche por año (10 a 12 l/ha día), mayores kg de aumento en machos de levante por año (2,7 kg/ha día en lluvias y 0,8 a 1,2 kg/ha día en sequía).
8) Estas cifras con este manejo regenerativo han permitido obtener incrementos en la rentabilidad neta, que hoy a pesar de las dificultades que se presentan, nos permiten vivir dignamente.
9) Para finalizar, les comentamos que es un trabajo obtenido con base en muchas observaciones, de análisis permanente, de decisiones oportunas, trabajo que hay que realizar como dije anteriormente, en forma simple y sencilla, sin complicarlo, con humildad, con disciplina, con persistencia, amor y pasión. Solo espero que de algo les colabore esta mi historia de cómo llegué a la GR, como un aporte de las píldoras de Joaco. Sin lugar a dudas quedan muchos interrogantes por debatir, que espero poco a poco ir resolviendo y recibiendo retroalimentación.
Autor
Joaquín Camargo T.
Ganadero Regenerativo
M. V. Z.