Este producto pertenece a la familia de las avermectinas y actúa sobre el sistema nervioso de los parásitos, ocasionando parálisis y muerte de los mismos.
Si bien tiene esas bondades. el uso extensivo y continuo de ivermectina ha suscitado preocupaciones sobre sus efectos secundarios, especialmente en la fisiología reproductiva de los animales tratados. (Lea en CONtexto ganadero: Por qué decirle adiós a la ivermectina y qué alternativas de reemplazo existen para bovinos)
La ivermectina actúa fundamentalmente a través de la potenciación de la actividad de los canales de cloro dependientes de glutamato y, en menor medida, de los canales de cloro dependientes de ácido gamma-aminobutírico.
Lo anterior provoca una hiperpolarización de las células nerviosas y musculares de los parásitos, llevando a la parálisis y muerte de estos organismos. Aunque estos mecanismos son específicos para los parásitos, la preocupación radica en los efectos no deseados en los mamíferos, incluyendo los bovinos, como por ejemplo en la ovulación.
La ovulación es un proceso complejo regulado por una serie de hormonas, incluyendo la hormona luteinizante (LH) y la hormona folículo estimulante (FSH).
La prevención es que la ivermectina, al afectar el sistema nervioso de los parásitos, también puede influir en el eje hipotálamo-hipófisis-gónada, alterando la liberación de estas hormonas y, en consecuencia, la ovulación.
Ante esta inquietud, Ricardo Mesa, médico veterinario especialista en biotecnología de la reproducción, explica en una charla para TVGan que, “la ivermectina no afecta la ovulación. Este es un concepto que viene desde hace muchos años, por eso hay que tener claro que este producto no afecta el sistema reproductivo de la vaca, porque no tiene cómo hacerlo”.
Sin embargo, para el profesional, lo que sí puede afectar la ovulación en vacas es el estrés que generen los ectoparásitos.
De acuerdo con Mesa, “el estrés significa la liberación de corticoide, por lo que un animal estresado por infestación de garrapatas durante mucho tiempo va a liberar corticoide y se bloquea el hipotálamo, incidiendo en la liberación de una hormona llamada GnRH”.
Esto significa que si no hay GnRH no hay ovulación, lo cual sí perjudica directamente a la reproducción del animal y, por ende, a la productividad y rentabilidad de la ganadería.
“Ese estrés crónico por garrapatas si afecta la ovulación. Además, un animal flaco no tiene la materia prima para generar las hormonas, que son las que ayudan a que los animales ovulen y puedan tener un ciclo estral adecuado”, concluye Mesa. (Lea en CONtexto ganadero: Entendiendo el ciclo estral para una gestión reproductiva exitosa en bovinos)