El 90 % de los casos están asociados a problemas inmunológicos así la hembra logre tener un parto. Un experto brasilero en reproducción les recomienda a los ganaderos apostarle a la prevención y evaluar todas las posibles causas que originen dicho inconveniente. Durante el cierre de la primera edición de Avanza 2017, una de las presentaciones que más interés despertó entre los cerca de 300 asistentes que se hicieron presentes en el evento fue la hecha por Carlos Fernandes, gerente general de Biotran, Biotecnología y entrenamiento en Reproducción Animal, quien hizo un análisis profundo a un problema que se presenta con cierta frecuencia en los hatos como es la retención de placenta. (Lea: Placenta retenida, un trastorno que produce grandes pérdidas) Durante su exposición, el experto indicó que entre las posibles causas de esa enfermedad están las deficiencias nutricionales, las fallas en el manejo del hato, problemas endocrinos, aspectos inmunológicos y ambientales. “Así la vaca logre expulsar la cría, más del 90 % de los casos de retención se deben o están relacionados con inconvenientes asociados al sistema inmunológico”, aseveró. Fernandes revisó las posibles causas de dicho mal en donde identificó estrés térmico. Recordó la necesidad de que los ejemplares que se encuentran en la explotación estén adaptados al clima, toda vez que el calor aumenta la temperatura corporal del bovino ocasionando la producción de cortisol y eso desencadena en la retención de la placenta. (Lea: Cómo identificar, tratar y prevenir 7 enfermedades en vacas frescas) Sin embargo, planteó otro escenario y es el tiempo que tarda la hembra en expulsar la totalidad del anexo del feto, en donde se considera retención cuando tarda entre 12 a 16 horas. Aunque es difícil calcular esas horas si nadie estuvo en el potrero al momento del parto. “Si la vaca parió en el transcurso de la madrugada, se debe considerar que hay problemas si la placenta sigue colgada a las 6 de la tarde. Lo mismo pasa si el animal tuvo la cría y en el transcurso de la mañana y al finalizar el día el anexo del feto no ha salido por completo del organismo de la madre”, indicó. Para el experto, el problema de que la placenta quede colgada durante largas horas es la contaminación excesiva que eso genera para el organismo de la hembra, pues al seguir haciendo sus necesidades, ese segmento se va a cargar de agentes que pueden ocasionar una inflación seria al interior del organismo, un retardo en la evaluación por la no eliminación de todo ese contenido fetal y finalmente provocar una inercia uterina. (Lea: Conozca algunas causas de infertilidad en las vacas) “Lastimosamente en estos casos el tratamiento se hace sobre las consecuencias, por lo que se debe hacer un recorte a ras de la vulva, eso evitará una proliferación bacteriana. No obstante, es necesario suministrar antibióticos que aceleren la evolución uterina, así como controlar los parámetros fisiológicos”, agregó. Tratamientos Fernandes recordó que otrora se usaban tratamientos como el uso de ocitocina u ocitocina sumada con estrógeno. No obstante, a su juicio si la hembra tuvo las contracciones necesarias para expulsar la cría, no se requieren más para que expulse la placenta. Además son procedimientos que están contraindicados por el efecto que ocasionan. En el caso del cipionato de estradiol, su suministro excesivo puede ocasionar quistes. (Lea: Enfermedades reproductivas, un problema con muchas causas) “Es necesario evaluar todos los factores relacionados con la retención de placenta y monitorear el comportamiento del parto, en aras de evitar ese tipo de inconvenientes”, concluyó.