Investigadores de la Universidad Nacional de Colombia (Unal) han confirmado que el medicamento gonadotrofina equina comercial (eCG), utilizado para incrementar y mejorar los índices de reproducción en hato bovino, puede ser eficaz en búfalos.

Los resultados del estudio demuestran que el medicamento es viable y aplicable en la ganadería de búfalos, lo que favorece a los productores debido a sus grandes beneficios como su nivel de productividad y su capacidad de adaptación a diferentes ambientes y cambios climáticos.

Según la Agencia UNAL, de las 115 hembras estudiadas, 63 quedaron embarazadas después de la implementación de este medicamento, y todas las crías nacieron. Esto significa una tasa de embarazo del 55%, lo que es muy significativo en términos de eficacia.

Actualmente, la población de búfalos en Colombia es de 451,713 animales, según el Instituto Agropecuario Colombiano (ICA), lo que indica que hay un gran potencial para la producción bufalina en el país.

Uno de los mayores beneficios de la ganadería de búfalos es su nivel de productividad, ya que su leche tiene porcentajes más altos de grasa y proteína que la leche de vaca, lo que la convierte en una materia prima óptima para la producción de productos lácteos. Además, la reducción de trabajo es otra ventaja importante, ya que con solo cuatro litros de bufalino se obtiene un kilo de queso.

Según Jesús Berdugo, doctor en ciencias agrarias y profesor de la Unal, sede Orinoquia, esto se debe a que las búfalas tienen mejores ciclos reproductivos que las vacas, lo que les permite tener un parto cada 14 o 15 meses en las condiciones de las llanuras colombianas, mientras que en una vaca, el parto ocurre aproximadamente en dos años. Esto ofrece ventajas a los productores de búfalos.

El proceso utilizado en este estudio implicó la selección de los animales con una masa igual o superior a 495 kg. Luego se llevó a cabo un examen ginecológico para excluir anomalías de los órganos genitales internos.

Para sincronizar la ovulación se inyectaron medicamentos que incluyen progesterona, prostaglandina y gonadotropina equina.

"La progesterona se administra y se deja en la vagina por siete días; luego se retira, lo que induce una función lútea. Después se administra la eCG para favorecer el desarrollo de los folículos, con lo que se espera que a las 48 horas ya haya celo", explicó Berdugo.

Los resultados del estudio son muy prometedores y demuestran que la hormona eCG modifica los folículos de las búfalas estudiadas y aumenta la reproducción. Esto significa que la ganadería bufalina en Colombia podría tener un gran potencial para crecer y mejorar, gracias a la implementación de este medicamento. Los productores pueden esperar una mejora significativa en su productividad y eficacia, lo que se traducirá en mayores beneficios.