Si es bien manejada, esta herramienta mejoraría la genética de las vacas, la productividad bovina, y disminuiría los costos de producción de pequeños productores bovinos víctimas del conflicto armado y del desplazamiento forzado.
“Los pequeños productores rurales cuentan con 4 a 6 vacas, pero no pueden alcanzar esta tecnología por brechas, carencia de políticas, poco trabajo colaborativo, falta de asistencia técnica y desplazamiento forzado”, explica el médico veterinario zootecnista Yasser Lenis Sanín, profesor de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad Nacional sede Palmira. (Lea: 7 pasos para realizar inseminación artificial de forma correcta)
Por estas razones, cerca de 54 estudiantes de la UNAL y de la Universidad de Sucre se capacitaron en inseminación artificial bovina y liderazgo rural con el propósito de preparar a pobladores rurales en el tema; además les entregarán material genético de toros (semen) para que puedan tener nuevas crías que sean 50 % de un toro mejorante de la producción y el otro 50 % de sus vacas.
“Podrán ser más competitivos en el mercado, porque además de enseñarles a inseminar se busca que entiendan que la producción bovina se debe ver como un agronegocio”, afirma el profesor.
Señala además que “existen 4 situaciones que afectan la productividad de los pequeños productores rurales y a los agricultores; la primera tiene que ver con una enorme brecha colaborativa entre la academia y las poblaciones rurales, pues formamos profesionales que desconocen el panorama real de los pobladores rurales, que serán la población con la que van a trabajar”. (Lea: ¿No le funcionó la inseminación artificial? Conozca qué factores pueden influir en esto)
Esto genera, como segunda situación, la falta de trabajo colaborativo: “a los pobladores rurales les falta capacitación en nuevas tecnologías agropecuarias, liderazgo rural, trabajo colaborativo y asociatividad, por eso necesitamos líderes estudiantiles conocedores del campo para que sean un instrumento transformador de las comunidades rurales, ayuden a resolver esas necesidades e impulsen la construcción del tejido social en la ruralidad”, sostiene el médico veterinario zootecnista.
Por ello, la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la UNAL Sede Palmira realizó una convocatoria abierta gratuita para estudiantes de pregrado de la Institución y la Universidad de Sucre, en la que, después de cumplir ciertos requisitos, realizaron un curso virtual de 40 horas (14 de teoría y 26 de práctica) y viajaron al municipio de Puerto Parra, Santander.
Semen de toros mejorantes
La inseminación artificial bovina es un método biotecnológico mediante el cual se deposita una pequeña fracción de semen de un toro en el sistema genital de la vaca. En este caso, a los campesinos se entregaría semen de toros mejorantes según sus necesidades o vocación productiva. “Si son productores de queso, les llevaremos material genético (semen) que mejore la producción de sólidos totales; y si comercializan leche, tendrán semen de un toro que mejore el volumen de la producción de leche”, detalla. (Lea: Inseminación artificial a tiempo fijo mejora producción de carne)
En cuanto a la parte social, el docente resalta que hubo una importante diversidad entre los estudiantes inscritos: “el 60 % fueron mujeres y el 40 % hombres; el 45 % pertenecen al estrato 2, el 34 % al 1, y el 20 % al 3, lo que significa que formamos y fortalecimos a estudiantes líderes de los estratos menos favorecidos de Colombia”. Por último, el 77 % de los estudiantes que participaron son de la UNAL y el 23 % de la Universidad de Sucre.
En tercer lugar, la población rural ha sufrido de desplazamiento forzado por el conflicto armado desde hace más de 65 años, lo que ha provocado una disminución del potencial productivo agropecuario en Colombia y en la economía de los productores agropecuarios”, agregó el profesor.
Con este proyecto/capacitación se busca resolver el cuarto problema: la falta de asistencia técnica integral para promover la transferencia tecnológica a los productores con menos recursos. “Se necesitan estrategias como el mejoramiento genético y el liderazgo rural para poder contribuir a resolver las necesidades de los pequeños productores bovinos y así mejorar su economía familiar”, subraya. (Lea: La transferencia de embriones, tan fácil como la inseminación artificial)
Transmisores de conocimiento
Estas capacitaciones se realizaron en el marco del proyecto de Extensión Solidaria “Fortalecimiento a pobladores rurales, víctimas del conflicto armado y desplazamiento forzado, en liderazgo e inseminación artificial bovina como herramienta para innovación y mejoramiento de la economía familiar”.
En una segunda fase, las universidades seleccionaron a 15 estudiantes líderes para desplazarse a finales de 2021 y principios de 2022 al municipio de La Llanada (Nariño) para que dirijan la capacitación de más de 100 pequeños productores bovinos afectados por el conflicto armado y el desplazamiento forzado. También entregarán 700 cartillas que explican sobre inseminación y producción bovina.
De esta experiencia, el profesor Lenis recuerda que hubo, además, un aprendizaje emocional: “los estudiantes compartieron con las comunidades rurales, escucharon sus historias sobre el desplazamiento y cómo la violencia les cambió la vida para incentivarlos a amar el campo”. (Lea: Investigadores crean nueva técnica de inseminación artificial)
Fuente: Agencia de Noticias UN.