Observar el comportamiento y reconocer las señales y pistas que muestran los bovinos es un método que puede ser de gran ayuda a la hora de controlar la salud del hato, de saber si algo anda mal y poder solucionarlo. Si el ganadero o encargado de la finca repara y analiza constantemente aspectos como el color del pelaje de las vacas, el movimiento de sus orejas y ojos, la forma en que camina, su consumo de alimento y agua, su comportamiento en manada y el celo, el estado de las heces y la orina, entre otros, se puede formar una idea de cual el estatus sanitario del hato. Felipe Aristizábal, médico veterinario-zootecnista y especialista en producción láctea explicó que la observación es un ejercicio que se debe realizar en todas las fincas ganaderas. (Lea: 5 factores que alteran el comportamiento de las vacas) "En mi labor como consultor, uno desarrolla un ojo crítico. Desde que uno entra a la finca solo con mirar a los animales, uno ya puede identificar los aspectos que se deben mejorar", aseveró. Escuche las declaraciones de Felipe Aristizábal, médico veterinario-zootecnista y especialista en producción láctea.
Según el experto, lo primero que se debe analizar es si las vacas están paradas o echadas. Igualmente, es importante observar el consumo de materia seca del animal. Si la mayoría de las vacas comen y realizan la rumia a determinada hora, eso quiero decir que estas tuvieron una adecuada ingesta de alimento. Si por el contrario están en un potrero y no están comiendo, ni rumiando, y empiezan a bramar, puede ser una señal de que les falta oferta de forraje o agua. Aristizábal resaltó que en ningún momento se puede olvidar que la ganadería es un sistema productivo en el cual se trabaja con poblaciones y se debe siempre tener claro que porcentaje de animales están haciendo o no determinada actividad. (Lea: Bienestar animal, clave para lograr rentabilidad en la ganadería)
"Que una vaca esté sola y alejada de su rebaño, no es normal. En este caso el experto o encargado debe acercarse y revisar al animal y tratar de identificar si tiene algún problema, dolor o cojera", comentó En ese sentido Juan Enrique Toro, médico veterinario-zootecnista, coincidió y expuso que los bovinos son animales gregarios, es decir, son animales que viven en grupo o en manada. Saber esto permite darse cuenta de que si un ejemplar se aparta o aísla podría ser alguna señal de enfermedad. De acuerdo con el especialista en producción láctea, desde el punto de vista de observación, hay 3 métodos de calificación de diferentes aspectos. Condición corporal
Se evalúa la condición corporal de las vacas secas, preñadas, recién paridas, con lactancia media o tardía con el objetivo de conocer cuál es la reserva de tejido adiposo que tiene el animal, es decir, la cantidad de energía disponible disponible.
Desplazamiento Se analiza a los animales estando de pie y cuando caminan para de esta manera saber si hay algún problema en la locomoción e identificar una cojera temprana. (Lea: Bienestar animal: un tema del que se habla mucho y pocos dominan) Heces y orina Se observa el estado de la materia fecal y de la orina del animal. Si las heces están muy duras o blandas o si la orina tiene alguna coloración, se puede determinar si la vaca está sufriendo de alguna enfermedad. Realizar este tipo de prácticas redundará en beneficio de los ejemplares, de las personas que los tienen a su cargo y del negocio pues ayudará a controlar la salud del hato y a ser muchos más productivos.