logoHeader
Ganado en potrero

Foto: Captura de pantalla de video

Existen algunas características que permiten indicar cuál será el desempeño productivo de los animales y su relación con el manejo y con el entorno para dar como resultado una mayor productividad.

ganaderia-sostenible

Importancia de definir los caracteres genéticos que se buscan mejorar

por: CONtexto ganadero- 31 de Diciembre 1969

El mejoramiento genético tiene un gran campo de acción por lo que es necesario siempre enfocarlo según las necesidades establecidas de la producción, teniendo en cuenta la base genética con la que se cuente.

De acuerdo con lo expuesto por Ricardo Arenas, médico veterinario especialista, en un nuevo capítulo del Manual Práctico Ganadero elaborado por la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán), se debe tener claro los caracteres genéticos que se buscan replicar y mejorar en la descendencia de los animales que se tienen en el hato.

Existen algunas características que permiten indicar cuál será el desempeño productivo de los animales y su relación con el manejo y con el entorno para dar como resultado una mayor productividad.

El fenotipo es la expresión externa de estos caracteres pero se ve influenciado directamente por el medio ambiente en que se encuentre el animal y el manejo que se le haya dado.

Este fenotipo, que es lo que se ve a simple vista, depende tanto de la información contenida en los genes como del medio ambiente en que se encuentre el animal, por lo tanto un animal que genéticamente tenga una gran capacidad de producción pero que viva en un medio adverso producirá solo lo que el ambiente le permita. (Lea en CONtexto ganadero: En qué debe fijarse para implementar mejoramiento genético bovino)

Esto significa que para obtener de un animal el rendimiento esperado, acorde con su calidad genética, se le debe dar el manejo, la nutrición y el medio ambiente adecuados porque de lo contrario se obtendrá un rendimiento productivo limitado.

Por lo anterior, no valdría la pena hacer una alta selección genética si el levante y la nutrición dada a los animales es insuficiente como tampoco tiene un sentido económico el sobrealimentar un animal retándolo a altas producciones si su genética no se las permite.

En un programa de mejoramiento genético se debe realizar la elección de los rasgos o características que se buscan mejorar priorizando aquellas que son más necesarias en la producción según el diagnóstico genético del hato realizado previamente, la línea de producción que se tiene y el ambiente o ecosistema donde se encuentra.

No es conveniente pretender mejorar todo al mismo tiempo pues es más rápido cuando se trabaja una sola característica, y a medida que se adicionan otras el avance es mayor para cada una en particular.

Al escoger los rasgos es recomendable tener en cuenta el grado de progreso genético de una población. Se requiere hacer una evaluación de estas características en el hato existente para determinar qué tan cerca están estos animales del tipo que se desean producir. (Lea en CONtexto ganadero: ¿Sabe usted qué si y qué no en mejoramiento genético?)

Partiendo de las mayores debilidades que se encuentren en el lote se debe escoger tres o máximo cuatro rasgos para trabajarlos en el programa de mejoramiento.

En general los investigadores y los profesionales que trabajan permanentemente en el tema del mejoramiento genético a nivel de campo coinciden en que los rasgos seleccionados deben tener heredabilidad alta para que el progreso genético de la explotación sea más rápido.

La heredabilidad de las características productivas está por encima de 0,10 que es un valor mínimo de referencia en las pruebas de progenie realizadas. Igualmente deben poderse medir con exactitud y tener incidencia económica sobre la productividad.

Entre las características productivas que vale la pena tener en cuenta están la producción de leche por lactancia, el porcentaje de grasa y de proteína en la leche y la caseína, así como la ganancia de peso por día y la calidad de la canal.

Donde las condiciones son adversas hay que tener en cuenta rasgos como la resistencia al calor y a las enfermedades, principalmente parasitarias, lo cual pueda evaluarse directamente observando animal por animal o de manera indirecta a través de su comportamiento productivo. (Lea en CONtexto ganadero: Lo primero que se debe hacer al iniciar un programa de mejoramiento genético)

Desde el punto de vista genético la alternativa disponible en este caso son las razas adaptadas, que deben mantenerse cruzadas con las más especializadas en producción, por lo menos en una proporción de un cuarto de sangre de ganado adaptado.